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Foto del escritorClém

Parto natural en casa planificado

Actualizado: 27 jul

Cada vez somos más las mujeres que escogemos parir en casa. Porque es aquí donde nos sentimos seguras. Porque aquí el poder de decisión está claramente en nuestras manos, porque las intervenciones no están a la orden del día, porque el espacio nos arropa ayudándonos a dejarnos llevar por el natural fluir del parto.


Si pudieras escoger vivir el parto de tus sueños ¿Cómo sería? ¿Dónde sería? ¿Quién estaría a tu lado? Imaginando vamos dando forma a la realidad. Imaginando las múltiples posibilidades podemos reconocer cuál de todas ellas es la perfecta para nosotras.


Dar a Luz | Parto en casa en el agua, parto natural en casa planificado, parto respetado


 

 

¿Por qué elegir el parto natural en casa?

 

Aunque vivimos en lugares donde el hospital y el sistema sanitario está al alcance de la mano, muchas mujeres escogemos parir en nuestra casa. Habitualmente lo hacemos por, al menos, uno de estos dos grandes motivos:


  • El deseo de evitar el hospital (por una mala experiencia anterior o miedo a la violencia obstétrica, por su enfoque patológico del parto, por estar en desacuerdo con el personal o los protocolos del hospital, por su intervencionismo, por la falta de intimidad…)


  • El deseo profundo de vivir el parto de una manera muy auténtica y personal (respetando sus tiempos y ritmos, en intimidad, en un lugar cálido y conocido, conociendo las personas que te acompañarán, enfocando el parto como el acontecimiento fisiológico que es, por tener mayor libertad a la hora de tomar decisiones…)


Aunque muchas veces, en esta sociedad, por automatismo, la idea del parto está asociada al hospital, lo cierto es que existe todo un abanico de posibilidades a la hora de elegir donde dar a luz.


Puedes optar por parir en un hospital (privado o público), en un centro de nacimientos/una casa de partos, puedes escoger parir en tu casa acompañada por personal sanitario, puedes escoger parir en casa acompañada por otros profesionales, puedes escoger tener un parto en casa sin ningún tipo de acompañamiento o incluso parir en la naturaleza (acompañada o no).

 

Como embarazada, tienes DERECHO a escoger entre todas estas opciones. Es tu cuerpo, tu embarazo, tu parto, sólo tú puedes tomar esta decisión.


Si quieres saber qué cosas te pueden ser útiles cuando planeas un parto en casa, puedes leer ¿Qué preparar para el parto en casa?

 

 

¿Es seguro el parto planificado en casa?

 

¿Qué entendemos por “seguro”? Si con “seguro” nos referimos al riesgo cero, entonces, no, no lo es. Tampoco es seguro el parto hospitalario. El parto, como la vida misma, implica riesgos, constantemente, hasta en los actos más banales de nuestro día a día. El parto es un acontecimiento fisiológico, normal, y en muchas ocasiones, todo sale bien (especialmente si no intervenimos), pero no está exento de riesgos.

 

Ahora bien. Si nos preguntamos si el parto en casa es igual de seguro que el parto hospitalario, la respuesta es sí. Desde hace varios años hay cada vez más estudios que demuestran que el parto de bajo riesgo es igual de seguro en casa que en el hospital. Que no sólo es tan seguro, sino que además en casa hay menos morbilidad.


Cuando planeas un parto en casa, tienes menos posibilidades de tener una inducción de parto, de que tu parto sea acelerado, de tener un parto instrumental o una cesárea. En los partos en casa simplemente se traslada al hospital cuando algo no va bien.

 

 

Parto en casa versus parto hospitalario: particularidades, ventajas y desventajas


Cada parto en casa es único, pero generalizando, y para que quien no conoce este mundo se haga una idea, en un parto en casa, al contrario del parto hospitalario, es común que:


  • La mujer esté acompañada única y exclusivamente por personas que ella ha escogido.

  • Se vista con la ropa que le resulta más cómoda si desea vestirse.

  • Coma y beba todo lo que le apetezca.

  • Se mueva con total libertad por su casa.

  • Utilice medidas no farmacológicas para llevar mejor el dolor.

  • Se escuche el latido de su bebé de forma intermitente.

  • Se le hagan menos tactos que en el hospital y, dependiendo del acompañante, tal vez ninguno.

  • No se ponga una vía endovenosa, ni se le rompa la bolsa, ni se le ponga oxitocina, ni se le haga un Kristeller, seguramente tampoco se le dirigirán los pujos ni se hará una episiotomía.

  • De a luz en la posición que le resulte más cómoda.

  • Coja ella misma o su pareja a su bebé.

  • El cordón no se corte hasta que haya dejado de latir.

  • No se separen de su bebé más que para pesarlo y echarle un vistazo de pies a cabeza, y esto se haga a su lado y pasadas ya unas horas tras el nacimiento.

  • No se den vacunas, ni pomadas a los ojos. La mayoría de las parejas que dan a luz en casa dan la vitamina K oral a sus bebés (hay que conseguir una receta).

  • Se bañe al bebé sólo si sus padres lo quieren, por puro placer y a menudo en la bañera acompañado de uno de sus padres.

  • Se inicie la lactancia en las primeras horas, sabiendo que los bebés tienen reservas y lo más importante es que esa mamá se sienta segura de que su leche es perfecta.

 

En cuanto a las ventajas del parto hospitalario, desde mi punto de vista personal, son pocas y realmente útiles en contadas ocasiones:


  • En caso de que se presente una complicación repentina o imprevisible, cosa poco frecuente, se ahorra el tiempo del traslado. Dentro del hospital tampoco se interviene inmediatamente. Un quirófano se prepara cuando se toma la decisión de cesárea, y se puede preparar durante un traslado si hay buena comunicación con el hospital.


  • Las infraestructuras del hospital son mayores que los medios de los que disponemos en casa (especialmente si el hospital dispone de un servicio de urgencias neonatales). Pero a veces, su disponibilidad hace que se haga un uso excesivo o inapropiado de ellas.

  • El hecho de parir “dentro del sistema” puede facilitar ciertos trámites administrativos en caso de desear registrar el bebé o facilita el acceso a ciertas pruebas para el bebé si los padres desean realizarlas. Todas las pruebas son opcionales, ninguna es imprescindible, aunque entren en el protocolo del hospital, y cada uno es libre de cuestionarlas y de oponerse si así lo desea.

 

 

¿Cómo me preparo para dar a luz en casa?

 

Escoger quién te acompaña


En caso de querer estar acompañada, el primer paso es escoger quien te acompaña. No te quedes con la primera persona dispuesta a acompañarte si no sientes con certeza que es la persona que adecuada. Escoge a alguien con quien te sientas plenamente en confianza.

 

  • Habla con varias personas.

  • Hazles preguntas sobre su forma de trabajar, su experiencia, su formación (reglada o no), sus reacciones ante determinadas situaciones, su enfoque del parto. No des nada por sentado, ve más allá de si tiene o no un título colgado en la pared.

  • Desconfía de quien no quiere darte detalles cuando los pides, utilizando el "si todo va bien" a menudo, porque impregna el ambiente de una sensación de que, a menudo para ese profesional, las cosas "no van bien".


Si escoges un parto autogestionado, sin acompañamiento profesional, también tienes que decidir qué personas quieres a tu lado en ese momento. Y plantearte como quieres que él/ellas te den apoyo.


Confianza y comunicación

 

Una vez tengas claro quien quieres que esté presente en tu parto, es importante que te sientas en plena confianza con esta/s persona/s. Profundiza en todas tus dudas, miedos o preocupaciones sin tabús. Cuanto más te conozcas y te conozcan quienes te acompañen mejor podrán hacerlo. Que sepa/n:


  • Cómo quieres ser acompañada físicamente (latido del bebé, piscina, tactos, etc.)

  • Cómo quieres ser acompañada emocionalmente (contacto físico, palabras afines a tus creencias)

  • Qué cosas son importantes para ti (plan de parto en casa)

  • Qué cosas son importantes para ti en caso de traslado (plan de parto para el hospital)


Puedes jugar a imaginar cómo te gustaría que fuera tu parto y hablarlo o redactar un plan de parto en casa. Eso facilitará a quien te acompañe el entender con más detalle cómo quieres ser acompañada. No siempre las cosas salen como se planean, la vida tiene la hermosa virtud de sorprendernos, de darle a la foto que imaginamos profundidad y brillo. No te aferres al plan, fluye con lo que sientas correcto en el momento.


Clases de preparación al parto


A nuestro ver, NO TIENE NINGÚN SENTIDO que vayas a clases de preparación al parto. No se trata tanto de aprender como de desaprender, quitarnos los miedos inculcados y confiar en nuestra capacidad innata para parir.


  • Sabes respirar, sabes empujar. No necesitas aprender ninguna técnica, es mejor que hagas lo que te sale espontáneo. 

  • No necesitas manejar el dolor, sino aceptarlo, acogerlo y rendirte a él.

  • Tu cuerpo está biológica e instintivamente preparado para parir.


Posibilidad de traslado


Son pocos los casos en los que es necesario un traslado intraparto, especialmente cuando quien te acompaña no pone límites al tiempo que puedes estar de parto. Pero es importante hablar de ello para que, si se da, pueda hacerse con tranquilidad.

 

Habla con quien te acompañe de:


  • Los motivos de traslado

  • Las desviaciones de la normalidad en las que fijarse

  • Las emergencias que se pueden gestionar en casa

  • Las que requieren ir al hospital

 

Escoge de antemano el hospital al que trasladarías en caso de necesidad. Si el traslado es sin prisa ni urgencia, puedes escoger ir a un hospital un poco más alejado si sientes que ahí, el trato será mejor. Pero en caso de emergencia, se recomienda acudir al hospital más cercano.

 

Prepara un plan de parto para el hospital, puedes presentarlo por registro aunque planees parir en casa y dejar una copia de este plan de parto junto a tu bolso con las cosas que prepararás para ti y el bebé en caso de traslado.

 

También es importante pensar cómo vas a trasladar. En tu vehículo propio, en el de tu acompañante o en ambulancia. Si tienes hijos mayores, es interesante saber quién se quedará con ellos durante el traslado, puesto que, probablemente, desees que tu pareja entre contigo.

 

Aunque prepararse para un traslado pueda resultarte poco apetecible si deseas tener un parto en casa, anticiparte esta eventualidad te permitirá vivirla de la mejor manera posible en caso de que se presente.



¿Hay situaciones en las que no se recomienda parir en casa?

 

Sí, las hay. Pero es muy difícil establecer una lista de estas situaciones. Porque cada una debe ser estudiada en su individualidad.


En internet existen muchas listas de “requisitos” para ser una “buena candidata” al parto en casa. Estas listas me parecen una auténtica barbaridad por lo arbitrarias y, a veces, absurdas que son. Buscan establecer una dicotomía que carece de fundamentos.

 

Un parto gemelar puede ser en casa, un parto de nalgas también. Tener un embarazo de bajo riesgo es tranquilizador, pero no garantiza el desenlace del parto. Ciertos riesgos son asumibles en casa: no es lo mismo tener una leve diabetes gestacional controlada por dieta que tener una preeclampsia. El estado general de salud de la mujer, su alimentación, su estilo de vida no suelen tenerse en cuenta en estas listas cuando en realidad, tienen mucho impacto. Vivir a una distancia X del hospital es poner una cifra arbitraria. ¿Qué pasa si vivo 3 minutos más allá? ¿Y 10? ¿Y 20? ¿Dónde ponemos el límite? Tener una cesárea previa (o varias) no te impide parir, ni siquiera fuera del hospital. Que el profesional que elegiste tenga un título académico no garantiza la calidad de su acompañamiento.

 

Si tienes cualquier factor de riesgo, por mínimo que sea, y le preguntas a tu proveedor de salud su opinión, lo más probable es que, basándose en un fragmento de tu historia clínica (o en sus creencias personales) te desaconseje el parto en casa.


Si le preguntas a un profesional acostumbrado a acompañar partos en casa, es bastante probable que te haga muchas preguntas. Porque sólo con el cuadro completo, con todas sus pinceladas y sus detalles precisos, te podrá orientar y decir si él se siente preparado para acompañarte, con tus circunstancias personales. Y aunque esa persona no se sienta preparada, puede que otra sí.

 

Ahora bien, ni el obstetra del hospital, ni la matrona de partos en casa ni la doula más espiritual tienen la capacidad de predecir el futuro. Se puede anticipar que puedan ocurrir ciertas complicaciones o no, pero sobre el futuro, no existe garantías ni ciencia exacta.


Todos te pueden informar. Todos DEBERÍAN hacerlo de manera sencilla, clara y no sesgada. Pero es tarea tuya saber cuál es la opción correcta para ti.


Saber cuáles son los riesgos que estás dispuesta a asumir. Saber qué acompañamiento te hace sentir más tranquila. Saber, en caso de que algo vaya mal, la situación en la que mejor enfrentarás la dificultad. Es tarea tuya contrastar fuentes y beber de las que a ti te parecen correctas.



Conclusiones


Un parto en casa es una mujer que se mueve en su propio ambiente, es un escenario lleno de singularidad y colorido. Para mí una de las cosas más bonitas de los partos en casa son los detalles, el cómo toda la casa está repleta de cientos de cosas que representan los gustos de esa pareja, su forma única de vivir.


¿Son todos los partos en casa bonitos y perfectos? No, son únicos e imperfectos... unos cortos otros largos, unos intensos otros fáciles, unos en intimidad, otros con mucha gente afín, unos en el salón otros en el baño, unos a oscuras otros bañados por la luz del sol... simplemente diferentes.


¿Y no son los partos hospitalarios también únicos? Si, tanto como lo son los actores dentro del mismo escenario, tanto como lo es un guion interpretado por distintas voces.




Valle y Clém, Junio 2024

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