
Valle
Siempre quise ser guardiana del nacimiento, esta profesión me apasionaba ya de niña, cuando mis padres se dedicaban a acompañar partos en casa y a mi me gustaba quedarme despierta para conocer al bebé. Siempre supe que mi forma de hacerlo era acompañar con exquisito respeto, sin desviar las aguas de su cauce, consciente del potencial que el parto tiene de enraizarnos y reconectarnos con nosotras mismas.
Así que pasé por el aro de la formación y con un trozo de papel bajo el brazo empecé a acompañar partos en casa. Para mi los títulos no tienen gran valor, la universidad es sólo una de las formas de adquirir conocimiento, y lo que allí aprendí sólo fue un índice del que sacar ideas para escribir libros.
Durante casi 8 años dediqué toda mi vida a los partos en casa, a vivir de guardia, prioricé en muchas circunstancias, cuidar a cuidarme. Así que en 2021 llegó un momento de cambio vital y decidí dejar de acompañar, tomarme un tiempo sabático y rehacer mi vida viajando.
Ahora, dos años más tarde y con una bebé en brazos, vuelven las ganas de compartir. De seguir aportando mi granito de arena para que las mujeres reconectemos con nuestra sabiduría innata. Con la confianza en nuestros cuerpos, en la vida, con rendición y gozo.
Eso sí, ahora tengo claro que sólo puedo cuidar desde mi libertad, sin atarme a un lugar, cuidando de mí y los míos primero, sin cortar un ápice mis propias alas. Por lo que en esta etapa de la vida, sólo ofrezco acompañamiento online.
¡Así que sólo a veces estoy disponible! cuando la cobertura y las circunstancias lo permiten. Y es que ahora vivo sin planes, sin agendas, en el presente.
Valle, Abril 2023