Esta sección pretende dar ideas de cosas que puede ser útil tener a mano cuando se planea un parto en casa, un parto autogestionado o una dilatación en casa. Muchas de las cosas que menciono se encuentran ya en la mayoría de los hogares y son útiles para el postparto al margen de dónde se de a luz. No considero ninguna de ellas imprescindible, que cada uno prepare el nido a su manera.
Aprovecho esta introducción para recordar a todo el que lo lea, que el parto puede ocurrir en cualquier momento, y que es a término a partir de las 37 semanas de embarazo, así que os animo a que todo lo que queráis preparar esté listo antes de esa fecha.
Los imprescindibles del parto en casa
Esta lista incluye las cosas que siempre usamos en los partos y que os pedimos que dejéis preparadas a la vista y todas juntas, dentro de un balde grande, para no tener que pedíroslas en medio del parto.
Empapadores: el tamaño ideal es 60x90. Comprar 2 paquetes, 40 unidades, para que no falten. Se compran fácilmente en farmacias, centros comerciales e Internet. También son útiles los primeros días postparto para ponerlos en la cama para dormir y evitar manchar las sábanas con los loquios.
Compresas grandes: para poner durante la dilatación si hay bolsa rota que gotea mucho o para el postparto. Las de algodón son menos irritantes, pero como calan se pueden combinar con una de "plástico" pegada a la braga y una de algodón en contacto con la piel.
Bragas: varias y oscuras para que se noten menos las manchas de sangre.
Bicarbonato: para añadir a una mezcla de rescate para el agotamiento en el parto que lleva limón, miel, una pizca de sal, bicarbonato y agua.
Agua oxigenada: quita las manchas de sangre con facilidad si se echa antes de que se seque.
Balde grande: para meter en él, CON AGUA FRÍA, cualquier cosas que se manche de sangre. Usar la bañera la inutiliza para poder darse una ducha.
Toallas medianas y grandes: para tapar al bebé, para la madre, la pareja o sus hijos e hijas, cuando salen de la piscina o la ducha. Que sean suaves y si son nuevas lavarlas para que no suelten pelusa.
Recipiente para la placenta: mejor con tapa para meterla en nevera o congelador, el tamaño perfecto es el de los recipientes de 1 kg. de helado.
Vitamina K: si queréis dársela a vuestro bebé, inyectada u oral. Se compra en farmacia sin receta, aunque por falta de costumbre algunas farmacias ponen resistencia, si te ocurre eso, prueba con otra. La marca comercial es Konakion pediátrico 2 mg/0,2 ml, y ya viene con una jeringuilla especial para dársela oral si es así cómo escogéis
Para preparar el espacio
Las siguientes cosas van más enfocadas a la creación de un ambiente más cómodo, a tener recursos para aliviar el dolor y a simplificar el trabajo en el postparto inmediato.
Lo más importante, el calor. Lo ideal es que toda la casa esté a una temperatura agradable para que mamá y bebé puedan estar cómodas desnudas. Si esa opción no es posible, estufas o radiadores portátiles, al menos uno donde estemos de parto y otro en el baño. Para los que usamos leña es buena idea crear un almacenamiento adicional lo más cerca posible de la estufa/chimenea, dentro o fuera de casa.
Además de caliente, necesitamos que ese espacio sea acogedor e íntimo: los últimos meses de embarazo hacen que muchas personas sintamos la necesidad imperiosa de anidar, de crear un espacio especial para parir, lactar y/o criar. Si así lo sientes da rienda suelta a tu creatividad, son los pequeños detalles lo que nos hacen sentir que ese lugar es muy nuestro. Si ves que tu pareja entra en esta fase, apóyala, el tiempo vuela y ella lo sabe
Funda de colchón impermeable, pero transpirable, para proteger la cama: protegerá el colchón que puede mancharse de sangre o líquido amniótico en el parto, y de loquios, leche, pis, caca o vómitos en el postparto. Se encuentra fácilmente en Ikea y casi cualquier supermercado. Os aconsejamos que la cojáis de algodón 100%
Considerar quitar alfombras para evitar mancharlas y, si el sofá es delicado, cómo lo queréis proteger (plástico y tela encima es una opción, aunque poco cómoda)
Pelota de pilates: suele ser agradable sentarse en ella en fases iniciales del parto. Lo ideal es que al sentarse sobre ella el muslo y la pierna hagan un ángulo de 90º
Una tela/sábana para colgar del techo una viga o cualquier puerta, se puede usar durante el parto ya que alivia poder dejar el peso del cuerpo colgando y las posiciones con los brazos en alto. Ponerla a modo de columpio de tal modo que al colgarse se quede a la altura de unas cuclillas altas.
Cojines: para ponerse cómoda. Cuantos más mejor, además son muy útiles en el postparto para la lactancia.
Bolsa de agua caliente, bolsa de semillas o manta eléctrica: para aliviar el dolor de espalda o entuertos
Abanico: si en el momento apetece está bien tenerlo a mano
Si quieres usar la piscina hay varias cosas más que necesitarás, las tenemos escritas en la sección sobre la piscina de partos
Y para rematar, hacer una limpieza general y profunda de la casa en la semana 37 y una recogida rápida el día del parto. Esto no es porque la casa deba estar estéril como "ojalá" fuera un hospital, sino para que todos estemos lo más cómodos posible, especialmente quien pare, y sobre todo para reducir el trabajo para el postparto, a veces pedir una mano o contratar a alguien para limpiar es de gran ayuda.
Para la madre, el bebé y la placenta
Comida y bebida siempre al alcance de la mano: tanto en el parto como en el postparto. Comer es esencial para tener energía especialmente cuando el agotamiento abraza. Para el parto tener a mano zumos frescos, infusiones, fruta, frutos secos y cualquier otra cosa que le guste a quien estará de parto. Tener en cuenta que para los primeros días postparto la comida debe ser rica en fibra para hacer más fácil ir al baño sintiendo la zona aún delicada.
Un repollo/lombarda: tenerlo en la nevera para cuando suba la leche en torno al tercer día postparto. Poner una hoja de col fría sobre cada pecho e intercambiarla por otra fría cuando está caliente es un alivio muy eficaz al hinchazón de la subida de la leche (ingurgitación). Es ideal pasarle un rodillo para que suelte "más sustancia". Ten siempre dos en las tetas y dos en la nevera.
Ropa cómoda para la madre: para el parto ¡cuenta con cambiarte al menos una vez o desnudarte pronto!
Camisón o camisa abierta por delante: para después del parto por si te apetece estar vestida o te entra algo de frío que te sea fácil para amamantar. También es buena idea seleccionar todas las camisetas cómodas para amamantar porque se convertirán en la ropa de uso más frecuente en los próximos años
Ropa, pañales, arrullos para el bebé: cualquier cosa que pensáis utilizar en los primeros días, dejarlo a mano. Personalmente creo que es un placer enorme no vestir a nuestros bebés en los primeros días, tenerlo en pañal o sin él y en contacto piel con piel, aprovechando el calor que suele haber en la mayoría de las casas cuando hay un recién nacido.
Fular elástico o portabebés: la cosa más útil que puedes comprar para el postparto, posiblemente la única "necesaria", para empezar a portear tan pronto como se quiera,
Si se planea hacer batido de placenta: comprar frutas, especialmente cítricos que aumentan la absorción de hierro de la placenta, y frutos rojos que le dan buen sabor y cubren el color rojo que ésta tiene. Dejarnos batidora y exprimidor a mano
Si se quiere hacer la impronta de la placenta: comprar lienzos ya que es donde mejor queda, idealmente de tamaño A3, o cuadrado, en un A4 entra pero demasiado justa
Si se quiere hacer un nacimiento lotus: cesta o bolsa para meter la placenta, idealmente con asas para facilitar su transporte en esos primeros días. También abundantes paños para envolverla y cambiar a menudo, sal, especias y si se quieren flores para acompañarla, ayudarla a secar y neutralizar con facilidad el olor
Para los que acompañamos el parto
Es importante tener una habitación de huéspedes, para que todas las personas que acompañan puedan descansar si el parto está aún muy al inicio, durante el parto para reponer energía o después. Crea espacio para todos, deja las camas hechas, o mantas y sábanas a la vista para que nadie tenga que preguntar por ellas.
También es importante tener comida al alcance, anticiparse a las necesidades básicas para que todos funcionemos desde la plenitud. Es fácil no comer por acompañar a quién da a luz, pero el acompañamiento será de más calidad cuando mantenemos alta nuestra energía, descansando y nutriéndonos. Tened en cuenta que nosotras no llevamos comida, sólo algunos frutos secos para reponer energías si no hay tiempo para nada más, así que ¡contar con nosotras!
Para el día del parto se pueden tener platos ya cocinados que se conserven bien en el congelador, preparar algo al inicio del parto para no tener que ocuparse de ello más tarde, o mejor aún, pedir a algún amigo o familiar que traiga comida. Es buena idea tener conservas, salsas, verduras congeladas ya limpias y troceadas... cualquier cosa que se os ocurra que pueda facilitar la preparación de comida no sólo en el parto, sino también para los meses del postparto en que no siempre se tiene energía para hacer comidas elaboradas.
En caso de traslado
Cuando se planea un parto en casa, nadie quiere pensar demasiado en la posibilidad de un traslado, pero si éste fuera necesario tener todo listo facilitaría el hacerlo más tranquilamente. Cuanto más claro se tiene que uno quiere un parto en casa, más importante es que estas cosas estén listas, ya que se tomará la decisión de trasladar sólo en los casos más extremos, es decir, cuando no perder el tiempo es importante.
Dependiendo de las circunstancias, el traslado se hará en coche o en ambulancia. Pero en la mayoría de los casos será en el coche de la pareja o el nuestro, porque suele ser la opción más rápida, porque si el parto ocurre en viaje lo seguiremos acompañando nosotras y porque así quién pare llegará acompañada hasta la puerta del hospital.
Otro aspecto es que la ambulancia sólo nos lleva al hospital más cercano, y en algunos casos no urgentes algunas parejas prefieren trasladar a un hospital que está más lejos pero que les ofrece más garantías de respetar su plan de parto.
Aprovecho para enfatizar aquí que, si se traslada después del parto por un problema materno o del bebé siempre se insistirá todo lo posible para que madre y bebé puedan beneficiarse de un ingreso conjunto y así no estén separados.
En términos prácticos, prepararse para un traslado es:
Pensar con quién se quedarán vuestros hijos mayores, si los tenéis, durante el traslado y el ingreso.
Tener lista la bolsa para el hospital, desde la semana 36 (Cartilla del embarazo, plan de parto para el hospital y cualquier otro documento para proteger nuestros derechos, ropa para la mamá y el bebé, neceser con objetos personales, cargador del móvil).
Coger algo de comida y bebida para saltarse recomendaciones absurdas si os las imponen durante el parto.
Tener claro quién conducirá el coche, puede hacerlo la pareja u otra persona con la que se haya hablado anteriormente de este plan. (En la parte trasera irían la mujer de parto, Clém y su acompañante, junto con todo el material por si el parto ocurriera de camino).
Tener el coche aparcado lo más cerca posible, siempre con depósito lleno desde la semana 37.
Conocer bien la ruta al hospital más cercano y al de preferencia.
Tener silla de coche para el bebé, puesta o en el maletero.
Es muy incómodo estar sentada de parto, notando los baches del camino, así que si se tiene furgoneta se puede usar el espacio de atrás con un colchón e ir a cuatro patas, y si se tiene coche normal se puede ir de rodillas sobre el asiento, mirando hacia atrás.
Conclusiones
Prepara todo con margen para evitar prisas de última hora, y disfruta de lo que estás viviendo en cada instante. Cualquier casa es óptima para tener un parto en casa, haz tu nido a tu gusto. Sólo tú eres imprescindible en tu parto.
Valle, escrito en 2014
Revisado en marzo de 2024
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