Al no estar contemplado por el sistema de salud, el parto en casa con un profesional del nacimiento implica un coste cuando el parto hospitalario es gratuito. ¿Cómo saber cuál es el justo precio? ¿Qué es lo que pagamos? ¿Cómo costearlo? Muchas veces, lo barato sale caro. ¿Qué decir entonces de lo gratuito?
Pero esto no significa que el parto en casa deba ser un privilegio apenas reservado a un puñado de afortunadas.
Cada vez somos más las mujeres que escogemos el parto en casa, de todas las clases sociales, religiones y horizontes. Si deseas tener un parto en casa, actualmente, en España, el Estado no lo contempla. Pero el parto en casa es un DERECHO y aunque nadie te premasticará la tarea, existen soluciones reales.
¿Cuánto vale un parto en casa en España?
El precio del parto en casa no está regulado. En España, suele oscilar entre 1800 € y 4000 € dependiendo principalmente de 3 factores:
La zona en la que vives: en grandes ciudades, el precio del parto en casa, al igual que el coste de la vida de manera general, suele ser un poco más elevado. Aunque si vives en una zona donde hay muy pocos profesionales ofreciendo este servicio, también es posible que te encuentres con un presupuesto elevado por la exclusividad del servicio y la falta de competencia.
El tipo de servicio que escoges: no es lo mismo pagar a alguien únicamente para tu parto, que contratar un seguimiento del embarazo, acompañamiento del parto y del postparto. De la misma manera, no es lo mismo un acompañamiento presencial del parto que un acompañamiento telefónico durante un parto autogestionado o si escoges tener disponible una piscina de parto o contratas un ritual durante tu embarazo o postparto, puede que implique un suplemento.
El propio profesional que te acompaña: ciertas matronas ofrecen acompañamiento al parto en casa, pero no son las únicas. También las parteras y algunas doulas, por ejemplo. Dependiendo de la amplitud de conocimientos y experiencia del profesional que escojas, es esperable que el acompañamiento sea más o menos completo y es esperable que un acompañamiento parcial (por ejemplo, un acompañamiento únicamente emocional) tenga un precio inferior al de un acompañamiento global. También existen personas que acompañan los partos cobrando la voluntad, es decir, dejando en tus manos la valoración económica del servicio ofrecido. Y por último, hay profesionales que trabajan solos, otros en equipo, lo cual, necesariamente, tiene un impacto en el precio.
¿Qué incluye el precio del parto en casa?
Sea como sea, el precio fijado por el profesional que te acompañará siempre debería incluir, no solamente las propias horas que duren el parto, sino también un periodo de guardia. Es decir, un periodo en el que se compromete a estar disponible, ya que la fecha exacta en la que tendrá lugar tu parto es impredecible. Esta disponibilidad también tiene precio, puesto que, sólo teniendo ingresos en este periodo, el profesional puede comprometerse a estar presente en tu parto.
Al fin y al cabo, lo que pagas es la certeza de saber quién que te acompañará el día de tu parto (sin estar a la merced del azar de los turnos hospitalarios) y recibir una atención mucho más personalizada y humanizada que en el hospital.
Aún así, no todos los partos en casa son respetados ni todos los profesionales del nacimiento son respetuosos. Para saber si el precio que te plantea un profesional te parece subjetivamente justo o no, tendrás que valorar al menos dos aspectos:
El servicio detallado: pregunta en detalle todo lo que incluye el precio que te dan. Si van a hacer consultas antes y/o después del parto, si las cobran aparte, si hay gastos de desplazamiento, si tienes que adquirir material concreto… También puedes preguntar si el precio varía en caso de traslado al hospital o de no llegar a tiempo al parto, y en qué momento debe realizarse el pago.
El feeling que tienes con el profesional: no dudes en hacer preguntas concretas e incluso incómodas sobre la forma de trabajar de la persona que contactaste. Sobre su percepción del parto, sobre sus miedos, sus límites, su experiencia... Escoger el acompañante perfecto para ti, no tiene precio. Porque el acompañamiento que recibirás ese día marcará para siempre tu vivencia y su recuerdo: un parto con complicaciones acompañado de manera respetuosa no tiene por qué ser traumático. Sin embargo, un parto "fácil" sin sentirte arropada te puede dejar muy mal sabor de boca.
¿Qué pasa si no puedo pagármelo?
Tu parto va a ser un momento único e irrepetible. Las consideraciones económicas no deberían de ser lo que te motiva a escoger un acompañante/servicio u otro. Pero es cierto, es una realidad, el parto hospitalario no implica desembolsar dinero. Sin embargo, existen soluciones si deseas tener un parto en casa y te cuesta financiarlo.
Para empezar, muchas de las que acompañamos partos en casa somos conscientes tanto de la importancia de tu parto como de la dificultad económica que puede suponer a veces. Por eso, suelen existir medidas de apoyo como por ejemplo fraccionar el pago o costear parte del servicio mediante trueque.
Por otra parte, aunque seguramente te toque poner una parte considerable del dinero, también puedes pedir a tus familiares y amigos que participen del coste. Es decir, es muy común, cuando nos quedamos embarazadas y lo anunciamos a nuestros seres queridos, recibir una respuesta espontánea del tipo ¿Qué le regalo al bebé? ¿Qué necesitáis? La realidad es que los bebés necesitan muy pocas cosas y la mayoría de lo que recibiréis os resultará inútil. Explicar que apostáis por regalarle un nacimiento respetado mediante un parto natural en casa puede ser una buena opción.
Y, por último, y especialmente si vuestro entorno se opone al parto en casa, existen plataformas de recolecta de dinero, incluso algunas especializadas en recolectar fondos para costear partos en casa como es el caso, por ejemplo, de Paramaparto. Si tienes dificultades económicas, ¡Que no sea un tabú, el dinero no puede ser un impedimento, quienes acompañamos, lo sabemos!
¿Debería ser contemplado por el sistema de salud?
Es una cosa que me han dicho muy a menudo. "En otros países, lo cubre la seguridad social. Así todo el mundo podría tener acceso al parto en casa, ¿No?" He conocido a varias personas que teniendo muchas dudas, sintieron que el dinero pesó la balanza. Pero si tienes súper claro que quieres parir en casa, raramente la economía es la barrera que lo impide. Bien porque se encuentran acuerdos, bien porque se encuentran apoyos. A veces se hace acompañada por profesionales, a veces sola.
En los países en los que el parto en casa lo costea la seguridad social, como Inglaterra, el parto es gratuito pero tienes que seguir haciendo lo que Papá Estado considera correcto. Una copia a penas mejorada del parto hospitalario, dentro de tu casa: protocolos, limitaciones, profesional de turno, intervencionismo...
Muchas mujeres en Inglaterra contratan matronas independientes porque son las que sirven a quienes acompañan, y no al sistema que las sustenta. Cuando tienes un embarazo de riesgo es habitual que dentro del sistema en vez de apoyar tus decisiones y darte la mejor atención posible, sino que empiece la presión.
También hay matronas trabajando para el sistema sanitario que acompañan partos en casa porque es el trabajo que les ha tocado, pero no creen en ellos, y a la mínima trasladan.
El número de traslados en Reino Unido es muy amplio, y se debe principalmente a "falta de progreso" (o falta de paciencia), "decisión materna" (a menudo falta de apoyo emocional), o inducciones por riesgos potenciales y no reales (bolsa rota, pasarse de la 42, bebé grande o pequeño).
La ventaja es que en Reino Unido está muy claro que la mujer es quien decide, y si pelea, van a tener que apoyarla sea como sea. Pero muchas veces, como aquí, hay mucha coacción.
La única opción que veo factible, es que el estado pague una cantidad determinada para que cada cual se costee el parto que quiere, con el acompañamiento que quiera. Así se mantiene la libertad, la calidad de la atención, la individualidad.
Así que si algún día el sistema nacional de salud español decide locamente costear el parto en casa, no seré yo quien escoja hacerlo bajo su abrigo, ni como mujer, ni como profesional del nacimiento.
Si deseas conocer en detalle el precio de nuestros servicios, así como nuestra forma de trabajar, ponte en contacto con nosotras.
Clém y Valle, Julio 2024
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