Hay muchos momentos en los partos que están impregnados de intensidad, que se entretejen con tantos otros momentos de silencio, de presencia, de cerrar los ojos, de respirar profundo, de sentir el cuerpo y disfrutar, regodeándonos en la calma.
Éste es un pequeño fragmento del parto de Clém, del nacimiento de Robin, en la yurta, en el agua caliente, con un mar de flores que Valentina recogió en el jardín, con mis manos sobre las lumbares.
Aunque parezca que no está ocurriendo nada, lo que ocurre en el vídeo es una de las cosas más importantes, el descanso entre contracciones. Esos momentos que permiten que seamos capaces de estar días de parto, de ir más lejos de cuanto habíamos imaginado.
Puedes leer el relato de parto y ver otro vídeo del mismo parto.
Valle
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