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Los primeros 40 días posparto

Honro los cuerpos de millones de mujeres que vivieron y parieron antes que yo. Sus cuerpos, y el mío, por el trabajo que han hecho de gestar y parir vida. Siento a flor de piel como tantas experiencias en las primeras semanas postparto nos son comunes. Y me doy cuenta del apoyo invisible que toda mujer necesita para pasar esta transición de ser mujer a ser madre con dulzura y disfrute.


Este artículo vino inspirado en la lectura del libro Los primeros 40 días, el arte esencial de nutrir a la nueva madre de Heng Ou, editado en inglés.


Este artículo pone foco en lo organizativo y lo práctico que puede ayudar a que vivamos el postparto con más tranquilidad. Pero lo realmente importante, es que nosotras mismas nos demos espacio, pidamos ayuda, hagamos sólo lo que queremos hacer y pongamos el foco en nuestro bebé. Da igual la tormenta de demandas que nos lleguen del exterior. Da igual que nuestra casa esté completamente patas arriba. La prioridad está aquí, en nuestro bebé, en nosotras, en ser claras con lo que necesitamos para que pueda ser cumplido.



Preparando la despensa para el puerperio

 

Ir llenando la despensa durante el embarazo es una de las mejores maneras de adelantar tarea para despreocuparse de la comida en el postparto. No apetece comer durante semanas o meses a base de congelados y conservas, pero tenerlas en abundancia permite facilitar el cocinar en el postparto, y se pueden alternar con comida fresca traída por amigos o familiares o preparada por nuestra pareja.

 

Sugerencias sobre qué almacenar o cómo hacerlo:

 

  • En las últimas semanas de embarazo acumular abundantes alimentos frescos para que si el parto ocurre podáis evitar ir a comprar comida durante unos cuantos días. Es normal que si dais a luz más allá de la semana 39 ¡tengáis que reponer una o varias veces!

  • Durante el embarazo probar que alimentos quedan bien congelados y conservarlos así (guisantes, frutos rojos, buen pan, carne, pescado, mantequilla...) La comida precocinada y congelada es una buena opción ocasional, pero es obvio que no es la comida más nutritiva que podemos encontrar

  • Hacer comida de más y congelar una parte (caldos, purés, postres... entre otras comidas)

  • Granolas, frutas y otros aperitivos secos. Los alimentos deshidratados se conservan muy bien durante mucho tiempo y saben exquisitos

  • Para los que tenemos huerta, toda mermelada o conserva es bienvenida

Preparando nuestra casa para el postparto

 

En las primeras semanas o meses postparto es posible que pasemos más tiempo en casa de lo habitual. Es un placer preparar ese espacio para que sea lo más acogedor y sencillo posible, para que sea muy fácil mantenerlo ordenado y limpio. Aceptar el caos postparto es una parte importante de sobrevivir cuerda al postparto y la crianza, pero tener menos cosas y que todo tenga un orden facilita las cosas (¡más lo primero que lo segundo!).

 

La siguiente lista tiene sugerencias sobre pequeñas cosas que nos pueden ayudar:

 

  • Una cama cómoda es posiblemente uno de los aspectos más importantes. Que sea amplia y tenga cabida para todos los que vayan a dormir en ella nos garantiza más libertad de movimientos. No siempre es fácil coger postura con un bebé que mama mucho de noche, y a veces la espalda se resiente por haber estado mucho tiempo en la misma posición.

  • Abundantes cojines, ya que sirven para darnos apoyo en espalda y brazos

  • Una silla, sillón o mecedora en el que pasar horas cómoda sentada, tener una alternativa a la cama

  • Luz tenue al alcance de la mano desde la cama, que nos permita ver para cambiar un pañal, ropa, empapador en medio de la noche sin desvelarnos a nosotros ni a nuestro bebé

  • Una mesita en la que poder apoyar cosas que queremos tener al alcance de la mano: pañales, una muda de ropa de recambio para el bebé, comida y bebida para la mamá. Muchas veces sentimos una sensación de sed enorme en el momento en que nuestro bebé empieza a mamar, así que tener algo para beber (infusiones, zumos, batidos, leches vegetales...) al alcance de la mano siempre es importante. Es una buena manera de saber si esa mamá está bien cuidada, si tiene siempre algo para beber y comer a mano ¡es que tiene buen apoyo!

  • Si la mesita no es muy grande se puede usar un organizador de tela, en el que almacenar un poco de todo y al que acceder sin salir de la cama, puede estar colgado de la pared, el cabecero de la cama o la barra de la cortina

 

Pedir ayuda en el puerperio

 

¡No tenemos por qué hacer todo nosotros solos! Cuando la mujer carga todo sobre sus espaldas no tarda en vivir amargada y desbordada. Cuando la pareja coge más tareas de las que sabe, puede o quiere gestionar no tarda en quemarse. Pide ayuda a familiares y amigos.

 

En la generación de nuestras abuelas la crianza era más compartida con otros miembros de la familia, y eso tiene inconvenientes pero también muchas ventajas. Siempre había unas manos cerca para coger al bebé y que la nueva mamá pudiera darse una ducha, o comer un plato caliente, o alguien que pusiera orden en el hogar, o que cuidara de hijos mayores. Ahora la mayoría de las mujeres estamos más solas... algunas completamente solas ya que su pareja trabaja durante casi todo el día o incluso está fuera varios días seguidos.

 

¿Y si en vez de las cosas o el dinero que a menudo se regala en el postparto se regalara tiempo? Porque con un nuevo bebé en la familia, eso es lo que más escasea. Unas manos de más para poner o tender una lavadora, comida sana sin necesidad de cocinar, un rato a solas para dormir una siesta extra...

 

Crear esa red es algo muy importante y no un "lujo" al que no podemos aspirar. En el libro de Los primeros 40 días, que citaba al principio, hablaban del meal train (tren de comidas) en el que varias personas (amigos, familiares, madres en situación similar) se organizan para que durante los primeros 40 días, al menos, la nueva madre tenga un plato de comida caliente al día (o varios días a la semana) 


¿Y si durante el embarazo pidiéramos a nuestros amigos que vinieran a casa a charlar y a darnos una mano con los preparativos? ¿Y si en una fiesta durante el embarazo preguntáramos quién querría darnos una mano tras el parto? ¿Y si además de la comida alguien de confianza nos ayudara con la lavadora, la limpieza, la compra o el cuidado de otros hijos? ¿es tanto pedir durante un mes o dos? El trabajo no es pesado cuando se reparte entre muchos.

 

Ideas para pedir ayuda y dejarnos cuidar:


  • Dejarnos ayudar en el embarazo con los preparativos para recibir a nuestro bebé, especialmente si como muchas personas hemos decidido mudarnos o hacer obra en casa al saber que esperábamos un bebé y la fecha posible de parto se aproxima peligrosamente con mucha tarea aún pendiente

  • Preguntar a nuestras personas cercanas si les gustaría ayudarnos tras el parto. Se puede aprovechar una fiesta, se puede preguntar por mensaje o llamando a cada individuo o se puede incluso preguntar de forma genérica por las redes sociales. No todos los que pensamos que nos ayudarían lo harán, tal vez no sea buen momento para ellos, pero si se lo pedimos a muchos, tal vez personas con las que no contábamos estén ahí para nosotros

  • Podemos pedir a una persona cercana que sea ella/él quien medie entre nosotras y las personas que se han ofrecido a ayudarnos de tal manera que nosotros (nosotras o nuestra pareja) sólo necesitemos enviar un mensaje pidiendo lo que necesitamos y ella/él se encargue de contactar y organizar quien viene a darnos una mano

  • Si uno a uno vamos normalizando el pedir ayuda en el postparto cada vez formará más parte de la sociedad, y en un tiempo la gente se ofrecerá sin siquiera pedirlo

  • Si alguien se ha ofrecido a traernos comida podemos hablar de antemano sobre las cosas que nos gustan más y menos. Vale más decir las cosas con claridad que arriesgarse a que traigan algo que no disfrutemos. También está bien recordarles que tan importante es que la comida sea rica como que sea sana. Podemos acordar dónde dejarán la comida y cuanto de a menudo podemos contar con ella

  • Si alguien se ha ofrecido a limpiar, a poner o tender la lavadora está bien enseñarles donde están todas las cosas antes del parto o al menos dejarlo por escrito. Está bien que recordemos que nadie piensa ayudar a limpiar una casa limpia, se supone que si vienen a darnos una mano es porque en este momento la casa no está en su mejor momento, y no nos van a tachar de sucios por no tenerla de punta en blanco

  • Si alguien se ha ofrecido para cuidar de nuestros hijos mayores es buena idea que los cuiden alguna vez antes del parto para ver como ambas partes se sienten. Ya que el nacimiento de un bebé en la familia es bastante cambio para cualquier niño y requiere una adaptación lo más dulce posible

  • Si alguien se ha ofrecido para hacernos la compra podemos decirles dónde nos gusta comprar y enviarle una lista de todo lo que necesitamos unos días antes de que nos urja tener los alimentos en casa (también se puede hacer la compra online y que nos la traiga el propio supermercado a casa, o nos lo prepare para recoger)

  • En todas estas situaciones no tenemos que sentir que es nuestra obligación recibir a esa persona que nos ayuda ¡Ya habrá otros momentos para devolverle el favor! Si estamos cansadas o nos apetece estar a solas podemos poner un cartel en la puerta que diga "bebé y mamá descansando"

  • Si en algún momento necesitamos más hablar o que nos den un abrazo podemos aprovechar la visita para tener ese espacio. Si ese es el caso, todo lo que vinieran a hacer puede esperar

  • Si los voluntarios escasean no olvidemos que el dinero está para ser usado y que pagar a alguien para venir a ayudarnos limpiando la casa es una bendición. Y por último hay servicios de catering que pueden sustituir el tren de comidas ¡en Asturias Confusión Comidas tiene un pack para postparto (aunque no lo veo en su web).

 

Cuando estamos dando nuestros primeros pasos adentrándonos en el puerperio es importante sentir que podemos permitirnos tomarnos las cosas con calma.

 

Y... no olvidemos que la crianza dura mucho más de 40 días. Seguimos necesitando ayuda durante estos primeros años, no tenemos nada que perder ¡empecemos a pedirla!



Mi experiencia

 

Miro para adentro y me cuestiono hasta qué punto me permití yo misma ese espacio de estar para adentro. Hasta qué punto habría mejorado mi experiencia, si hubiera pedido más ayuda, si no me hubiera presionado para hacer determinadas cosas, si me hubiera dejado fluir por lo que me traía alegría aunque se cayera el mundo.


Si hubiera durante unas semanas dejado de mirar hacia afuera y hubiera concentrado mis ojos en ver a mi bebé dormir durante horas, si hubiera soñado más a su lado, si hubiera delegado todo y hubiera honrado mi cuerpo por la grandiosidad y la belleza de lo que acababa de hacer... y me doy cuenta que el único obstáculo que tenía, y que tendrán muchas mujeres como yo, era yo misma.


Tres postpartos, y aún sigo aprendiendo, tropezando una y otra vez con la misma piedra, la de cuidarme para poder cuidar. Quiero vivir la vida, criar, compartir proyectos... desde la plenitud de escuchar en cada instante mis necesidades. Ponerlas sobre la mesa junto con las de los demás, y no dejarme (yo misma) para el final.


  

Valle, Noviembre 2017

Revisado, Nov 2024


Fuentes de inspiración sobre el posparto

He ido empapándome de ideas de muchas personas que han pensado y vivido esto antes que yo. Varios podcast de Indie Birth abrieron mi mente a la posibilidad de permitirme a mi misma darme ese tiempo, especialmente éste El postparto sagrado: creando tu plan para disfrutar las semanas tras el parto. Gracias a ese podcast escuché por primera vez la regla del cinco, 5 días dentro de la cama, 5 sobre la cama y 5 alrededor de la cama, sin preocuparse por nada más allá de donde alcanza la vista. El hermoso libro de Robin Lim, Tras el nacimiento del bebé, y el que citaba al inicio son los mejores que he encontrado hasta la fecha, que le prestan atención total al postparto, un momento tan importante como incomprendido.

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