
¿Qué preparar para un parto autogestionado?
Además de las cosas mencionadas en ¿Qué preparar para el parto en casa? hay varias cosas adicionales que pueden ser útiles en un parto autogestionado. Éstas son parte del material que llevamos les* matrones y en esta sección pretendo no sólo hacer una lista de ellas, sino explicar del modo más sencillo posible cómo utilizarlas e interpretar los resultados.
Si tienes curiosidad de saber que llevamos a un parto en casa puedes ver nuestro maletín completo en el vídeo Materiales ¿Qué llevamos a un parto en casa? Como verás muchos de estos materiales son un larga lista de por si acasos que nos dan más herramientas con las que actuar antes de llamar al 112 o mientras les esperamos, y que cuando se planea un parto autogestionado se pueden usar otras herramientas, o llamar para un traslado con más margen.
Es importante que las persona a nuestro lado en el parto sepan tanto como nosotras de éste y su fisiología, para ser capaces de acompañarnos fluyendo con la naturaleza sabia de los cuerpos, para poder confiar profundamente en el proceso y no dejarse invadir por los miedos a lo desconocido. Pero además es genial que sepa manejar herramientas para confirmar que todo va bien, tomar decisiones ante situaciones de duda y manejo de emergencias si éstas ocurrieran.
Matrona de referencia
La primera herramienta útil para un parto autogestionado, desde mi punto de vista, es tener el número de teléfono de une matrone afín que pueda ayudarnos en la distancia a valorar una situación de duda.
Menciono esto porque creo que hay veces que nos preocupan algunas cosas simplemente porque no hemos leído lo suficiente sobre ese tema o porque no sabíamos que esta situación concreta podía ocurrirnos, y muchas veces el simple hecho de tener alguien con quien hablar que ya lo haya vivido puede aportar una gran sensación de tranquilidad y confianza para seguir adelante. Por ejemplo, que el parto parezca alargarse mucho para los presentes, o que haya un meconio muy ligero que escuchando un buen latido en el bebé no es necesariamente causa de preocupación para la mayoría de les matrones.
Escoge bien a esa persona de referencia, escoge a alguien que tenga bastante experiencia en los partos en casa, escoge a alguien que crea en el parto autogestionado, porque sino será como tener a un profesional cargado de miedos al otro lado del teléfono, que por el hecho adicional de no estar presente, os los transmitirá con mucha más fuerza. Tener esto acordado antes del parto, para que todas las partes sepan con qué cuentan ese día y puedan prepararse de antemano para ello.
Cuando llegue el momento del inicio del parto, es buena idea llamar a esa persona para que sepa que el parto ha empezado y así asegurar que esté más pendiente del teléfono. Si por el motivo que sea la llamáis para pedir su opinión en algún momento del parto, tener en cuenta que cuando no se está presente no se puede valorar la situación con la misma profundidad. Aportarle toda la información relevante para que pueda ayudaros. Hoy en día es fácil enviar una foto, un audio o un vídeo, usar esta posibilidad para enviar información más objetiva, por ejemplo, grabar el latido del bebé para valorar deceleraciones, enviar una foto del meconio, o un vídeo de como habéis revisado la placenta. Tener en cuenta que su consejo siempre será un poco más “intervencionista” que si estuviera presente y valorara la situación con todos los sentidos.
Doppler y/o pinnard
Para mi, si mamá y bebé están bien, todo está bien. Escuchar el rápido latido de su corazoncito es la mayor fuente de tranquilidad. Me extiendo un poco más con este apartado porque es más complejo que los otros.
Para escucharlo se puede poner la oreja directamente sobre el abdomen, usar un pinnard, un fonendo, un fetoscopio o un doppler. En cualquiera de estos casos si el bebé viene de cabeza el lugar donde probablemente escuchemos el latido será a medio camino entre el ombligo y la sínfisis del pubis de la mujer, más abajo cuanto más avance el parto. En un embarazo a término seguramente podamos escuchar con todas estas opciones, siendo el oído y el fonendo las opciones que requieren más práctica y el doppler la que menos. Nosotras usamos el fetoscopio, que es una versión con más libertad de movimientos que el pinnard, y no tiene ondas como el doppler, pero siempre tenemos este último a mano para usarse si nos resultara difícil escuchar el latido de otro modo.
Yo creo que es buena idea tener un doppler en los partos autogestionados, porque puede ayudarnos en la toma de decisiones y evitar un traslado. También me parece bien si alguien decide no escuchar el latido y prestar más atención a los movimientos de su bebé y a como une siente que está yendo todo, pero aunque no forme parte de los planes creo que está bien tener uno a mano.
El latido del bebé suena como un caballo al galope, el de la mamá como un segundero de un reloj, el de la placenta como un soplido que coincide con el ritmo del latido de la madre.
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El latido normal de une bebé intraútero es 110/160 latidos por minuto
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Si se tiene un doppler en los que indica el número de latidos por minuto, fiarse más del sonido que del número. Es decir, si escuchar un ritmo como de caballo galopando pero el doppler te pone 210 en la pantalla cambia un poco de posición ya que te está sumando el ritmo del bebé y el de la madre. Y si por el contrario te dice 60 pero tu estás escuchando a un caballo galopar y no un segundero, es que está marcando el ritmo de la madre, cambia de ángulo para que el sonido y el número coincidan. Por eso, fíate más del sonido que del número.
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Si el latido sube puntualmente por encima de 160 se considera una aceleración, a veces coinciden con movimientos del bebé y es un signo positivo de que está bien
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Es bueno que el ritmo esté constantemente cambiando, eso se considera una buena variabilidad, cuando el ritmo es absolutamente regular es un mal signo, cuando suena como un metrónomo. Si éste es el caso posiblemente también haya taquicardia y no haya aceleraciones. Esta situación es muy poco común, pero con este párrafo os animo a fijaros cuando escuchéis el latido en que el ritmo varía constantemente, y sepáis que esto es buena señal
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Si se mantiene todo el rato por encima de 160 puede indicar que el bebé no está bien (taquicardia) así que observar durante un rato para confirmar si es o no una aceleración. Si al rato baja de 160 y se mantiene así, era una aceleración y todo está bien. Si tras un rato sigue por encima de 160 o por cualquier otro motivo os preocupa, pedir consejo
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Si el latido baja puntualmente por debajo de 110 se considera una deceleración. También puede ser que estéis escuchando el latido de la madre, para confirmar eso coger el pulso en su muñeca y si el ritmo coincide es su pulso, y si no coincide es del bebé. Es importante escuchar el latido justo cuando acaba la contracción, porque es en ese momento cuando hay más posibilidades de que la detectemos. Si no conseguiste escuchar justo después de la contracción, hazlo de nuevo con la siguiente. La gravedad de una deceleración se valora teniendo en cuenta:
- Cuánto ha bajado el latido: más preocupante por debajo de 80
- Cuánto tarda en recuperarse: mejor si tarda sólo unos 5 segundos, muy preocupante si tarda muchos segundos o minutos
- Con cuánta frecuencia se repite: es importante escuchar después de cada contracción durante la próxima media hora al menos para saber si la deceleración se repite. Si se repite, seguir escuchando después de cada contracción hasta que haya pasado al menos media hora sin ninguna bajada o hasta la llegada al hospital
- Si es muy profunda, o muy larga o se repiten múltiples veces posiblemente es buena idea ir al hospital si el parto no es inminente, y si lo es, prepararse por si hay que hacerle boca a boca al bebé
- Raramente el latido está todo el rato por debajo de 110. Aunque en raras ocasiones es lo normal para ese bebé, por ejemplo en bebés de 42 semanas que al final del embarazo tenían siempre un latido normal de 100/110, es más probable que esté así porque no hayamos escuchado avisos y que sea buena idea que el bebé nazca lo antes posible
Si el latido está perfecto es tranquilizador. Por el contrario cuando algo no va bien a menudo es difícil saber si la situación es poco o muy grave. Para tomar la decisión de que hacer, pedir consejo a alguien con experiencia, seguir vuestra intuición, y/o trasladar.
Tensiómetro
Tenerlo si se quiere tomar la tensión. Puedes usar uno digital o uno manual. Dicen que este último es más preciso, y es fácil de manejar, poniendo el fonendo en el pliegue interno entre el brazo y el antebrazo, aumentar la presión hasta 180 mm Hg y luego aflojar poco a poco. Al principio escucharemos silencio, luego empezará el sonido del pulso, el número en el que empieza es la tensión máxima o sistólica, y el número en el que deja de sonar la tensión mínima o diastólica. Si escuchas el pulso desde el principio hazlo de nuevo poniendo la presión más alta, tal vez esa persona la tiene más alta de lo que esperabas. Y si el pulso suena hasta cero, cambia un poco el lugar del fonendo o prueba en el otro brazo para oírlo más claro, hay algunas personas en las que esto pasa.
A veces sube la tensión durante el parto aunque no haya habido ninguna tensión alta con anterioridad. No tomarla durante la contracción, porque saldrá falsamente alta. Les matrones a menudo la toman cada 4 horas, podéis usar esa referencia como guía o hacerlo a vuestro modo.
Si la tensión sale algo alta (>140/90) repetirla cada 30 min durante 1h y media, hablar con alguien con experiencia y considerar traslado. Si sale bastante alta (>150/100) seguramente es buena idea trasladar ya, o repetir con un margen corto de tiempo, por ejemplo 10 min mientras os preparáis para salir. Si tenéis tiras para testar la orina usarlas y observar si hay proteína en orina en buena cantidad, si fuera el caso estaríamos posiblemente ante una pre–eclampsia, así que trasladar para seguir el parto en el hospital, posiblemente con medicación para bajar la tensión.
Termómetro
Tenerlo si se quiere tomar la temperatura. Si quien acompaña sabe reconocer bien cuando hay fiebre al tacto puede no usar el termómetro. Son raras las ocasiones en las que la madre tiene fiebre intraparto. Asegurarse primero de que la temperatura ambiente no sea demasiado alta. Si no es el caso y Tª >37,5ºC dos veces separadas por media/una hora o Tª >38ºC una vez, considerar que hay fiebre y por lo tanto una infección. Considerar traslado para poner antibióticos intravenosos o si se conocen y lo prefieren, valorar otras formas de tratamiento alternativo, yo no las aconsejo ni desaconsejo por no haberlas probado en mi experiencia.
Sonda urinaria, guantes estériles y lubricante
Cuanto más desciende la cabeza del bebé menos sensación de vejiga llena tenemos, por lo que es importante que quien acompañe en el parto le recuerde a la mujer que da a luz que haga pis al menos cada 2 horas, que observe cuántos líquidos está bebiendo y que si bebe mucho y hace poco o nada de pis en muchas horas (tal vez 4/6 horas máximo), eche aceite esencial de menta piperita en el W.C. (no a la mujer), abra un grifo o le vacíe la vejiga con una sonda, por ese orden, para asegurarse de que la vejiga llena no impide el descenso del bebé y así también evitar que ésta resulte dañada. Estas dos últimas cosas sólo ocurren en casos muy raros, normalmente porque nadie de los presentes sabe que tiene que tener cuidado con ésto.
Las instrucciones de cómo poner la sonda urinaria de forma estéril están dentro de la sección de manejo de emergencias citada arriba.
Oxitócitos
Las tres medicaciones por excelencia que se usan para hacer que el útero se contraiga y para una hemorragia postparto, no darlas nunca antes de que nazca el bebé, son: oxitocina (syntocinon), ergometrina (methergin) y misoprostol (cytotec). Las dos primeras se ponen intramusculares (IM) y son super difíciles de conseguir porque se venden exclusivamente a los hospitales y centros médicos, mientras que la tercera es una medicación que se usa para la prevención de la úlcera estomacal y es más fácil de conseguir, eso sí, es la que más efectos secundarios tiene para su uso en hemorragias postparto, por lo que para les matrones se reserva como última opción medicamentosa. El misoprostol se debe dar anal introduciendo 4 pastillas (800 mcg), aunque en el paquete diga que su administración es oral, la vía anal es mucho más rápida y por lo tanto efectiva en esa situación.
Para la administración IM hace falta un par de agujas verdes, intramusculares, y jeringuillas, es suficiente con que sean de 2,5 ml. La oxitocina, una ampolla IM es la primera opción y la ergometrina sólo debe darse si ya ha salido la placenta y la mujer no tiene la tensión alta, ya que puede subir la tensión y cerrar el cérvix dificultando la salida de la placenta.
Hay otras formas no medicamentosas de frenar la hemorragia y en la mayoría de los casos cuando ésta es bien manejada se resuelve con una o varias de las siguientes intervenciones: elevar piernas, masajear el útero si éste está blando, poner oxitocina, vaciar la vejiga, tintura de bolsa de pastor, quemar un pelo y ponerlo como si fuera una pastilla debajo de la lengua, sacar la placenta, poner al bebé a mamar, facilitar un ambiente caliente, calmado, seguro y agradable donde la mujer produzca su propia oxitocina, y beber abundantes líquidos para reponer.
Bisturí o tijeras para cortar el cordón
Ésto sólo te hará falta si tienes pensado cortar el cordón, y cada vez más gente se anima a hacer el nacimiento lotus o a cortar el cordón con la llama de una vela, esta última opción deja la casa con olor a carne quemada y tarda unos veinte minutos más o menos en cortarse.
Si no se vas ha hacer ninguna de estas cosas lo ideal es que consigas unas tijeras o bisturí lo más estériles posibles para reducir la posibilidad de infección. El cordón se puede atar con una lana de algodón haciendo varios nudos fuertes y varias vueltas a aproximadamente 1-2 cm del ombligo y cortar a otros 1-2 cm del cordón.
Conclusiones
En función de tus conocimientos médicos puedes ampliar esta lista pero éstas son las cosas que nosotras habitualmente usamos, a excepción de los oxitócicos, y que consideramos más básicas y más útiles.
Como ves no hacen falta tantas cosas, y no todas las personas que optan por el parto autogestionado escogen tenerlas todas, eso al final, es una decisión propia, como la información que sentimos necesaria para lanzarnos a una aventura.
Valle, Agosto 2018