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Romper aguas ¡y sin contracciones!

Foto del escritor: Valle Valle

Todos hemos oído que hay que acudir al hospital, o llamar al profesional que te acompaña en casa, cuando:


  • hay contracciones rítmicas (suele decirse cada 5 min. y que duren un minuto, pero esto en muchos casos es bastante al inicio del parto)

  • hay sangrado (a menudo es sólo tapón mucoso)

  • se rompe la bolsa de las aguas


Si quien te va a acompañar el parto está convencida de que el riesgo de infección aumenta vertiginosamente tras romper la bolsa, te animo a leer este texto antes de hacer contactar a nadie.


Ruptura franca en expulsivo


Se puede tener contracciones y que la bolsa siga íntegra hasta el final de parto (parto velado), se puede estar de parto (o parir) sin haber visto rastro de tapón mucoso, y se puede romper la bolsa y que no empiece el parto, si le dejas, durante días ¡o semanas!


Nuestra experiencia es bastante peculiar, y creo puede ser inspiradora para muchas personas y profesionales que se atrevan a salirse del terreno seguro de lo preestablecido, a esperar allí donde han calado los miedos.





Cómo es romper aguas ¿qué se siente?


Las sensaciones que las mujeres tenemos cuando la bolsa se rompe son dispares. Algunas sentimos un pequeño "crack" dentro, un segundo antes de notar el agua fluir. Otras sienten un goteo que les hace dudar de si la bolsa ha roto o es simplemente más flujo. Otras sienten un pequeño chorro y dudan si se les ha escapado el pis. Y otras, las que menos, rompen la bolsa como en las películas.


Para distinguir, llamamos fisura de bolsa cuando gotea y ruptura franca cuando sale un chorro.



¿Se puede romper aguas y no enterarse, como durmiendo?


Se puede romper aguas en cualquier momento. A veces puede ocurrir tras hacer algún esfuerzo importante, o tras muchos movimientos del bebé. Pero en la mayoría de los casos ocurre sin esfuerzo alguno, incluso durmiendo, simplemente porque era el momento de que ocurriera.


Si observas y tienes paciencia no puedes no enterarte de si se ha roto la bolsa. Pero no siempre es evidente, por eso lo describo abajo más en detalle.



Cuándo ir al hospital al romper aguas


En casi cualquier página web se recomienda ir al hospital (sin prisa) cuando se rompe la bolsa. Con tono de alarma y la imperiosa necesidad de involucrar a un profesional sanitario. Yo soy de distinta opinión.


Primero, porque mi foco está en los partos en casa, así que no animo a la gente a ir si no es necesario.


Segundo, porque sé lo que va a pasar en el hospital. Si estás de 36-37 semanas o más y vas al hospital te van a hacer un revisión general para confirmar, a su modo, que todo va bien. Y te van a decir que tienes que volver 24 horas, o menos, después de haber roto la bolsa para una inducción de parto. Es decir, el reloj empieza a contar.



En las guías NICE (guías de práctica clínica inglesas muy reconocidas) aunque recomiendan inducción a las 24h, especifican "Respetar la decisión materna si decida esperar el inicio de parto espotnáneo más allá de las 24 horas de bolsa rota" (punto 1.2.15).


Y es curioso, porque si haces lo mismo estando de menos semanas de gestación la opción por defecto será la que yo propongo, el manejo expectante (guías NICE, punto 1.2.11)


Cuando el bebé aún se considera prematuro, es normal esperar durante semanas con bolsa rota ¡Y nadie se alarma! Pero en cuanto el bebé puede sobrevivir sin problemas fuera del útero empiezan las prisas por sacarlo, argumentando riesgo de infección. Contradictorio ¿no?


La cuestión es si quieres empezar el parto de forma espontánea o sumarte al largo porcentaje de inducciones, a mi ver, innecesarias.



Romper aguas sin contracciones


Aunque la ruptura de la bolsa puede indicar que el parto se acerca no siempre es así. Algunos partos empiezan unas horas después, otros unos días y raramente unas semanas más tarde.


En general cuanto más obvia sea que la bolsa se ha roto, más rápido suele empezar el parto.

A mí me tranquiliza saber que es el bebé quien inicia el parto, por lo que si aún no ha empezado es que aún necesita más tiempo para estar maduro del todo. En la mayoría de los casos la bolsa se rompe tan poco que sólo gotea, que sigue ofreciendo mucha protección y que en algunos casos incluso el agujero se cierra.


Así que si lees esto con la bolsa rota tómate este tiempo como un regalo. Es un tiempo para hacer los últimos preparativos, para poner tu atención en el presente y para recargarte de energía. Descansa, observa y disfruta.



Cuánto tiempo se puede estar con la bolsa rota


Es cierto que cuando la bolsa se rompe, se pierde un poco de la protección que ésta ofrecía. Pero el flujo vaginal y el goteo de líquido amniótico ayudan a mantener el ambiente lo más estéril posible. Eso sí es importante no hacer tactos vaginales.


La mayor preocupación es el riesgo de infección, pero ¿es tan alto como nos hacen creer? No, y no quiero citar estudios ni llenar este texto de cifras, pero si te apetece leer la letra pequeña de la ciencia, la mejor guía que yo he encontrado se llama Prelabour rupture of membranes at term de las matronas de Ontario, Canadá. 


Cuando una embarazada rompe bolsa se carga de electricidad el ambiente, se pone a cero el cronómetro y, sin que ella lo sepa, su bebé ya tiene asignada una fecha de cumpleaños. Y todo este revuelo se desboca alimentado por el miedo a la infección. Por eso la inducción del parto y el uso sistemático, e injustificado, de antibióticos en nuestro país.


El miedo es tan extendido, que yo misma me contagié al inicio de mi formación, y que a día de hoy me cuesta encontrar otros profesionales que están dispuestos a esperar. Así que para el cuánto se puede esperar sólo tengo por respuesta nuestra experiencia, que detallo más abajo, aderezada con un poco de aventura y una dosis de sentido común.


Para mí, se puede esperar todo el tiempo del mundo siempre que no haya signos de infección (aquí descrito cómo detectarla) y la mujer que gesta así lo sienta. La inducción siempre está disponible en el hospital, no tienes que decidir nada ahora para los próximos días o semanas. Simplemente decide si quieres empezar tu parto ahora, forzando el inicio con una inducción, o esperar.



Cómo saber si se ha roto aguas


No siempre es evidente, así que antes de nada está bien estar seguros de que el líquido que observamos es líquido amniótico.


La forma de reconocer el líquido es por el color y el olor. Hay cuatro opciones, lo que has notado puede ser líquido amniótico, pis, flujo vaginal o eyaculación femenina.


El líquido amniótico es de olor completamente neutro, con un toque peculiar a semen que quienes hemos estado en muchos partos reconocemos como olor a parto, pero que para la mayoría pasa desapercibido. Todas las otras opciones tienen un olor más fuerte, fácilmente reconocible a no ser que esté poco concentrado.


El color del líquido amniótico es habitualmente transparente. Pero también puede ser rosado, amarillento o verde. Cuando es rosado significa que se ha mezclado con sangre del cérvix que se está ablandando para abrirse, y es una buena señal de que el parto vaya a empezar pronto. Como curiosidad, es muy habitual que el agua se tiña de rosa al inicio del expulsivo, así que si durante el parto tenías el líquido claro y notas un cambio a rosado con más presión en la pelvis ¡es que queda poco!


Cuando el líquido es amarillento o verde significa que está mezclado con caca del bebé, meconio.  Puedes leer más sobre lo que esto significa en el artículo de Rachel Reed La maldición del líquido teñido.


El color del pis suele ser amarillento, que cuando no está muy concentrado puede hacerte dudar de si es líquido con meconio ligero. El flujo es típicamente blanco, opaco y denso, haz memoria de como era los últimos días porque a veces también cambia sin ser motivo de alarma. La eyaculación es normalmente transparente, ligeramente blanquecina. Aunque conozco algún caso, es poco probable que te ocurra de forma espontánea por primera vez en el embarazo. Así que si ya te ha pasado te resultará más fácil de reconocer.


 

No estoy segura de si tengo la bolsa amniótica rota


No tienes por qué estar segura desde el primer momento. Si tienes dudas, ponte unas bragas blancas (sin compresa si es poca cantidad), y observa.


El paso de las horas irá aclarando las dudas. Cuando la bolsa está rota suele seguir goteando hasta el final del parto. Aunque a modo anecdótico cabe mencionar que a veces deja de hacerlo si la cabeza se encaja muy bien o cuando una fisura se autorepara. Esto último no está aceptado por la mayoría de los profesionales, pero yo sí que creo que esto pasa.


En cualquier caso, no es taaaaan importante saber si se ha roto o no la bolsa. Tarde o temprano estarás segura de si se rompió o no.



¿Cómo saber que no hay infección?


Si creo que la bolsa está rota tomaría algunas precauciones para mantener lo más bajo posible el riesgo de infección:


  • No hacer tactos vaginales

  • No hacer el amor con penetración

  • No darme baños (sí ducha)


Los tactos a mi ver son totalmente innecesarios por lo que es añadir un riesgo para nada (el bebé acabará por nacer sin falta de que se metan los dedos). La parte de hacer el amor o bañarse lo barajaría si el beneficio para mí compensa el riesgo potencial.


Sigue siendo posible tener un parto en el agua con la bolsa rota, simplemente yo tendría la precaución de no meterme en la piscina de partos hasta que el parto esté avanzado.


Los síntomas de infección son:


  • Fiebre materna. 38°C o más en una ocasión. Estar atentos y plantearse ir al hospital si hay febrícula (>37,5°C en dos ocasiones separadas por más de 1 hora)

  • Taquicardia materna (>110 pulsaciones/min)

  • Taquicardia fetal (>160 latidos/min durante un tiempo superior a 20 min)

  • Cambios en el color de las aguas, especialmente si huelen mal (signo tardío)


No existe consenso que yo sepa sobre con cuánta frecuencia deberían de hacerse estás observaciones, pero hacerlas 1-3 veces al día podría ser razonable.


Puedes escuchar el latido del bebé tú misma con un fetoscopio o un doppler que a día de hoy no son difíciles de comprar. Nosotras se lo prestamos a las parejas que acompañamos. O lo alquilamos en el kit de parto autogestionado.



Añadiría que es de sentido común prestar en estas circunstancias un poco más de atención al cuerpo, y que si nos sentimos mal, ése es buen momento para repetir las observaciones y para confirmar con nosotros mismos si queremos seguir adelante con la opción que habíamos escogido, la puerta de la inducción siempre está abierta.


La evidencia científica sobre este tema está teñida de la práctica extendida de hacer numerosos tactos vaginales a toda mujer de parto. Y se reconoce que éstos juegan un papel importante aumentando el riesgo de infección. Realmente el manejo expectante durante días o semanas no está más que discretamente explorado.



Romper aguas y no ponerse de parto


La mayoría de los protocolos internacionales no se plantean dejar los tactos de lado, ni esperar en vez de inducir, por lo que casi todos recomiendan inducción de parto si pasadas las 24 horas de bolsa rota el parto no ha empezado por si mismo.


Se dice que en torno al 10% de los partos la bolsa se rompe antes del inicio del parto, con un 60/80% de posibilidades de que esto ocurra a término (con 37 o más semanas de gestación).


De estos partos que empiezan con bolsa rota, aproximadamente el 75% se ponen de parto en las primeras 24 horas, el 90% en las primeras 48 horas, el 95% en las primeras 72 horas. Pasados 7 días de bolsa rota sólo el 3/4% no se han puesto de parto (estos datos están sacados de guía clínica de las matronas de Ontario citaba arriba). Eso significa que muchas mujeres empezarán espontáneamente el parto, pero que muchas otras aceptarán una inducción o tendrán que casi "convencer" al profesional que le acompaña para seguir adelante sin inducir (manejo expectante).


En España muchos hospitales privados, y alguno público, empiezan la inducción sin siquiera dejar 24 horas de margen.


La diferencia entre un parto inducido y un parto espontáneo es enorme para muchas mujeres. Es como comprar papeletas para tener un parto más largo, más doloroso, más monitorizado y más intervenido todo de un golpe.


Además de la inducción, la mayoría de hospitales Españoles pondrán antibióticos intravenosos con el pretexto de reducir el riesgo de infección, esto no se hace en Reino Unido (las guías NICE sobre inducción de parto hablan de un montón de cosas, pero ni siquiera mencionan el uso de antibióticos). Es importante considerar también los riesgos de los antibióticos, cuando ni siquiera hay indicios de infección.


Uno tiene que tener en cuenta los riesgos de ambas intervenciones antes de aceptarlas como supuesta medida preventiva de una infección que aún no ha ocurrido, y que con las precauciones necesarias posiblemente no ocurrirá.



¿Y si... seguimos esperando? Manejo expectante


Seguir adelante cuando no es la opción comúnmente aceptada se convierte a veces en una odisea en la que la presión para hacer lo que los "expertos" dicen viene de todas direcciones.


Las recomendaciones de guías clínicas y protocolos no son más que eso, una guía para que el profesional pueda aplicar a toda la población, pero la decisión dentro de las siempre múltiples opciones es cosa de cada persona, ya que ella es responsable, quiera o no, de su vida.


Cuando hay signos de infección el propio cuerpo tiende a iniciar el parto, entiende que llegados a ese punto el bebé estará mejor fuera y la mamá lidiará mejor con la infección si no tiene que encargarse de seguir gestando al bebé. Esto pasa con todo tipo de infecciones, así que estoy asumiendo que también en este caso pasaría, aunque eso sí, creo que si hay signos de infección seguramente sea buena idea ayudar al cuerpo a iniciar el parto, y darle antibióticos u otro tratamiento para controlar o mantener a raya a la infección.



El mito del parto seco


El parto seco NO EXISTE. Aunque la bolsa se rompa el líquido amniótico sigue generándose. Además la bolsa no suele romperse con una rotura franca y mucho líquido, sino que es habitual un goteo continuo que al cuerpo le resulta muy fácil de reponer.


El líquido da espacio y amortigua el movimiento para el bebé y cuando hay menos las contracciones suelen notarse más intensas.



Amniorexis


Aunque muchas personas creen que el parto es más rápido cuando se rompe la bolsa la diferencia no es tan significativa como para tener sentido romper la bolsa.


La amniorexis, o ruptura artificial de las membranas, es una práctica habitual y a mi ver obsoleta que muestra con claridad la prisa que se tiene en obstetricia y la falta de respeto por los tiempos naturales del proceso de parto. Si quieres profundizar en este tema de las prisas, tengo una charla que habla justamente de esto.



El parto durará lo que tenga que durar. Ojalá llegue el tiempo en que sea habitual no inducir, no poner oxitocina sintética, no romper la bolsa, y simplemente tener paciencia.



¡Meconio! ¡y el parto no empieza!


Por último quiero hacer mención a la posibilidad de que varias cosas ocurran juntas. Cuando estamos embarazadas de 40 semanas o más, no es sorprendente que cuando la bolsa rompa encontremos meconio. Aquí puedes leer más sobre este tema.


Cuando hay meconio hay un poco más de riesgo de infección que cada familia debe tener en cuenta. Desde mi punto de vista si el meconio es ligero, el latido del bebé está perfecto, no hay síntomas de infección y la pareja quiere seguir adelante, para mí no es motivo de alarma.



Conclusiones


Lo mejor que se puede hacer cuando la bolsa rompe es aprovechar para llenarse de energía comiendo, durmiendo y descansando.


¿Se ha roto la bolsa? Ponte cómoda, una compresa, observa tu cuerpo, siente a tu bebé y sigue disfrutando de tus últimas horas o días de este embarazo, este instante sólo se vive una vez.



Valle, Diciembre 2016

Revisado, Diciembre 2024


Nuestras experiencias


Hemos acompañado numerosos partos en los que la bolsa estuvo rota y el parto tardó en empezar. Muchos partos en los que estuvo rota durante 1 o dos semanas, ¡dos partos en los que lo estuvo un mes!


Las familias controlaban que el latido del bebé estaba bien, que no apareciera fiebre, el color de las aguas... y esperaron sin prisas a que el bebé decidiera cuando era el momento correcto (sí, son los bebés a través de cambios hormonales quienes inician el parto.)


De todos esos partos en la mayoría no hubo infección, ni quisieron tomar antibióticos, y todos los bebés están absolutamente sanos. En dos casos hubo signos de infección y se trasladó sin prisa al hospital (fiebre y taquicardia en el bebé con el parto ya avanzado en ambos casos).


Cuando empecé a acompañar partos en casa, en 2013, yo misma estaba contagiada del miedo a la infección y recomendaba inducir a las 24 h. Fue la experiencia de mi compañera de trabajo en aquel entonces lo que me abrió los ojos, hizo hueco entre mis miedos, y me permitió ver más allá.


Por primera vez investigué qué hacer cuando esto ocurre sin conformarme con la respuesta rápida de una inducción, por primera vez nos saltamos los límites, prestamos atención a lo que nos decía su bebé y su cuerpo y disfrutamos con mucha tranquilidad de la aventura. En esa primera experiencia pasaron 4 días entre la bolsa rota y el parto. Una vez abierta la veda exploramos mucho más allá.



Testimonio


Y como cierre quiero citar el testimonio de una amiga que aún siendo un bebé prematuro y planeando ir a parir al hospital esperó 5 días a que el parto iniciara antes de ir al hospital ¡Gracias Sara!


"A partir del momento en que estando de 36 semanas se rompió la bolsa, decidimos esperar a que el parto siguiese su curso natural, sin limitarlo con comparaciones ni protocolos.


Sin embargo, nos resultó inevitable pasar por momentos de duda, miedo, impaciencia... sobre todo por la presión externa de las personas de alrededor que nos pedían continuamente que acudiésemos al hospital y nos pusiésemos en manos de un profesional médico.


Realmente pensaba, y ahora lo sé, que las mujeres poseemos una conexión con nuestros hijos y una intuición que nos capacita mejor que nadie para llevar las riendas de nuestro parto, sin ningún mérito extra, simplemente como una parte más de nuestra vida en general.


Pasaron 130 horas desde que se rompió la bolsa hasta que nació Romeo. Fue un tiempo completamente dedicado a nosotros. Mientras esperaba a que llegase la primera contracción, aprendí a estar muy atenta, a observar mi cuerpo, a guiarme por lo que él me pedía, por lo que sentía...


Los minutos que se hacían más largos los rellenábamos con momentos que nos unían cada vez más a los tres, como los paseos por la arena de la playa, los masajes, las sesiones de fotos en casa, los dibujos sobre la barriga, los bailes, la música, las riquísimas comidas...


Ahora entiendo cuan necesarios fueron esos días de bolsa rota y agradezco cada uno de los minutos de espera que por un lado, recordamos llenos de bonitos momentos y por otro, nos ayudaron a desarrollar la paciencia, la entrega, la aceptación, a superar los miedos, las inseguridades, a aumentar la confianza en la vida, a soltar, a permitir que las cosas se den sin intentar controlarlas, sin la necesidad de tener que intervenir...


Fue como un regalo, un aviso que me hizo estar muy presente y que nos dio la oportunidad de prepararnos y coger fuerzas para la llegada de Romeo."


Sara, Agosto 2017




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