top of page
Dar a Luz en Casa Embarazo Mariluz 41 semanas María y Valle palpando barriga.jpg

Nuestra historia

Arriba

Hace un tiempo me di cuenta de que sólo unas pocas personas sabían cómo había empezado todo. Cómo había nacido este proyecto, cuánto de profundas eran las raíces que nos unían, cuáles eran algunos de los ingredientes que han hecho que fuera tan fácil la complicidad entre nosotras. Así que hoy he decido contaros, cómo nos conocimos, separamos y reencontramos en diversos momentos de nuestra vida. Y he elegido esta foto tan especial que, sin duda, merece una mención, está tomada en septiembre de 1989, la madre de Raquel, Mari Luz estaba embarazada de casi 42 semanas y mi madre, María José le palpaba la barriga conmigo a su lado. Pocos días después nacería en Pruvia, Raquel.

Cómo nos conocimos
 

Raquel y yo nos conocemos desde que ella nació. Mis padres acompañaron el parto de su madre, y yo entré a verla en las primeras horas de vida. Su placenta está, como la de mis hijos y la mía, bajo un árbol en Pruvia. Crecimos siendo amigas y aunque nos alejamos cuando Raquel se fue a vivir a Almería con 5 años, nunca perdimos el contacto y cada vez que nos veíamos nos sentíamos muy bien juntas.

Cómo nos conocimos

Reencontrándonos
 

Pasaron los años, y cuando en 2013 volví de formarme como matrona en Inglaterra y empecé el proyecto de acompañar partos en casa, descubrí con alegría que Raquel estaba viviendo de nuevo en Asturias, estudiando edición de arte, en la Escuela de Arte de Oviedo. Yo quería ir acompañada a los partos, no encontré ninguna matrona que compartiera mínimamente mi visión y decidí preguntarle a ella. 

 

No me importaba en absoluto que no fuera sanitaria, me importaba que su visión del parto era desde la confianza. Su madre siempre relataba lo rápido, fácil y placentero que había sido el nacimiento de Raquel. Desde esos cimientos sentí, podemos alzar castillos.

Reencontrándonos

Trabajando juntas
 

Cuando empezamos a trabajar me fascinó la rapidez y el disfrute con el que Raquel se empapaba de todo. Y lo que empezó siendo un par de manos extras para gestionar emergencias, sí, quienes acompañamos partos en casa sabemos acompañar emergencias, fue transformándose en una formación espontánea. Hacíamos todo juntas, y prácticamente en cada minuto que compartíamos hablábamos de embarazos, partos y postpartos. 

 

Así que no pasó mucho tiempo, un año, hasta que nosotras mismas, y a la vez, empezamos a gestar vida en nuestros vientres. Bajamos mucho el ritmo para regodearnos en nuestras propias experiencias. Y los años pasaron, aprendiendo juntas de cada pareja, de cada parto.

Trabajando juntas

Volando del nido
 

Y poco a poco se fue haciendo palpable que, aunque fuera un disfrute trabajar juntas, iba llegando el momento de dar por terminada la formación de Raquel a mi lado. Habían pasado casi 8 años. Estaba más que lista para acompañar sin mi presencia, para saltar del nido y echar a volar. Estaba mucho más preparada de lo que yo lo había estado cuando acabé mi formación, mucho más que tras mi año de experiencia como matrona en Inglaterra, mucho más que cuando empecé a acompañar partos en casa.

 

Y las casualidades de la vida, o las piezas de un puzzle que encajan, hicieron que en ese preciso instante, yo tomara la decisión de separarme del padre de mis hijos. En ese momento vital necesité urgentemente soltar todo, necesité silencio de partos, y poner el foco adentro. Así que el equipo que siempre habíamos sido juntas se partió para dar a luz a otra fase. Una fase en la que yo cambié por completo mi vida, y en la que Raquel empezó a acompañar sin mí, a conocerse a ella misma como partera.

Volando del nido

Raquel y Clém
 

Ahora lleva 2 años haciendo su propio camino, el último compartiendo con Clém las nuevas experiencias. Y creo que ha encontrado a la compañera perfecta, porque ella también es increíble. 

 

Clém fue una de esas mujeres a las que acompañamos juntas el embarazo, parto y postparto. Y para cuando todo esto terminó el vínculo que se había creado entre nosotras tres era inquebrantable. Fuimos amigas durante años, y además de la experiencia de sus dos partos, se empapó de cada una de nuestras conversaciones mientras nuestras niñas y niños jugaban.

Raquel y Clém

Volviendo a compartir, en la distancia
 

Por mi parte vuelvo a sentir las ganas de hablar de partos, de acompañar transiciones, de seguir apoyando la libertad en todas las fases de la maternidad. Así que poco a poco vuelvo a estar disponible, aunque esta vez en la distancia, sin atarme a un lugar, sin cortar un ápice mis propias alas. 

 

Y así, de mil maneras distintas... seguimos creciendo, como siempre, juntas.

 

Valle, Marzo 2023

Volviendo en la distancia

páginas relacionadas Nuestra filosofía / RaquelClémValleAcompañamiento presencial / Acompañamiento online
 

bottom of page