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El test de embarazo

Escribo esta sección porque antes de quedarme embarazada siempre pensé en descubrir mis embarazos con la respuesta rápida de un test de embarazo, pero cuando sentí que tal vez tenía a un bebé en mis entrañas me gustó mucho más la idea de esperar y confirmarlo por otros medios.

 

La idea de no hacerme el test de embarazo posiblemente partió del hecho de que me encantan las sorpresas. Disfruté de ese misterio que se desvelaba cada día un poco, esa certeza creciente que iba inundándonos poco a poco hasta que ya no dio lugar a duda. A día de hoy tengo dos hijos y nunca me he hecho un test de embarazo.

Lo que empezó como un juego de adivinar me sorprendió aún más cuando me di cuenta de los beneficios de esa decisión. 

No saber con certeza me animó a fijarme más en mis sensaciones, en los pequeños detalles con los que me hablaba mi cuerpo. Me mantuvo durante semanas en el gozo de la duda, cada vez más segura, cada vez más contenta.

Me dio tiempo a sentir e interpretar sin prisas todas las sensaciones que esa noticia me generaba. Mi sensación de alegría se extendió enormemente gracias a esa espera, y que un si o un no inmediato habrían supuesto una emoción muy fuerte, pero también más momentánea. Recordaría las rayas en un trozo de plástico en vez de recordar una sensación de espera, curiosidad y atención hacia mi cuerpo. Más aún, recordaría que fue ese trozo de plástico quien me confirmó que estaba embarazada y no yo misma. Para mi esta es una diferencia abismal.

En mi segundo embarazo tuve señales durante un par de meses, señales que iba notando pero que aún no quería interpretar. Martín tenía 8 meses cuando me quedé embarazada, antes de que me hubiera vuelto la regla, y me llevó un tiempo aceptar que íbamos a ser padres de nuevo.

Ese tiempo con la duda me ayudó a procesar mis sensaciones, a imaginarme qué haría si fuera así, a integrar mis miedos... y cuando finalmente confirmamos que Mateo estaba dentro de mi (palpando el útero y escuchando el latido) la alegría me inundó sin dudas.

 

Decidí compartir esto porque me parece una sabiduría perdida, porque seguramente hace muy poco que las mujeres empezaron a buscar fuera de ellas la confirmación de que estaban embarazadas. Creo que en esta sociedad que fomenta el tener y saber todo en este instante se ha perdido la belleza de la espera, del simplemente observar como las cosas siguen su curso.

El test de embarazo es el primer paso en un largo camino de pruebas e intervenciones. Lo que yo hice es una forma de conocerme un poquito más que antes, es una oportunidad de no dejar en objetos o manos ajenas el poder de decirme lo que pasa dentro de mi. Es un detalle, pero para mi es el inicio de una revolución.

 

Habrá quien quiera una respuesta rápida, habrá quien dude si quiere seguir adelante y necesite saber para tomar decisiones... pero para quienes sabemos que seguiremos adelante es una hermosa manera de cultivar la paciencia, de frenar la mente y mirar para adentro.

Para terminar esta sección, os animo a escuchar el podcast de Indie Birth El embarazo empieza con mirar hacia adentro (en Inglés), que habla en profundidad sobre esto y mucho más, sobre la importancia de disfrutar de cada etapa observando nuestro cuerpo sin volcar la vista en el exterior.

Valle, Noviembre 2016

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