
¿Cuánto dura el parto?
"La preocupación sobre la duración del parto empezó en el hospital, donde liberar camas rápidamente era una preocupación práctica y económica. Después vino la impaciencia de los profesionales: médicos con ocupadas agendas o mejores cosas que hacer que esperar a que las mujeres dieran a luz que quisieron definir cuanto de largo era demasiado largo" Elizabeth Davies, Heart and hands, página 142.
Escribo esta sección como homenaje a lo impredecible que es el parto, a como el tiempo fluye de un modo diferente, y para fomentar un cambio de pensamiento en cómo los profesionales vemos el progreso en el parto.
En esta sección hablo de cómo evolucionan las definiciones del inicio del parto, de cómo respondemos a la pregunta ¿cuánto falta? jugando a adivinar, de cómo el tiempo fluye de un modo diferente durante el parto, de la importancia de descansar... y termino con una lista de sugerencias para recobrar y mantener la fe y la energía durante el parto.
Puedes leer más sobre este tema en la sección Permitiendo que el parto se alargue que se mete más en profundidad en las diferentes opciones de valorar el progreso en el parto y nuestras experiencias de acompañar sin límites. También la sección ¿Son útiles los tactos vaginales? está estrechamente relacionada con este tema.
En este momento de mi carrera, y en especial desde la experiencia de mi propio parto, me fascinan los partos largos. Voy poco a poco aprendiendo a no esperar nada, a descansar a tiempo, a aceptar que son así porque así tenían que ser sin escudarme en echarle la culpa a bloqueos físicos ni emocionales, a creer genuínamente que son perfectos como son.
¿Cuándo empieza el parto?
La propia definición de cuando empieza el parto es vaga y peligrosa, todos sabemos que cuanto antes empiece a contar el reloj antes va a haber intervenciones innecesarias.
En UK ninguna mujer se quedaba en partos si no estaba de al menos 4 cm. Una mujer que estuviera de 3 centímetros o menos y que estuviera llevando muy mal las contracciones, se podría quedar en el hospital pero en la planta de antenatal, no en partos, y si la cosa no evolucionaba era probable que en unas horas la animaran a volver a casa.
Poco a poco cada vez más matronas abogan por qué se considere 6 cm como el inicio del parto y no los 4. Todas sabemos que a partir de los 6 centímetros todo evoluciona mucho más fácilmente. Pero, ¿necesitamos un cambio de definición para poder respetar más los tiempos de cada mujer? ¿o simplemente, ya que estamos fuera del sistema, necesitamos cambiar nuestra forma de trabajar y dejar de perdernos en definiciones?
¿Cuánto falta?
Como matrona me han preguntado cientos de veces cuanto faltaba para el nacimiento del bebé, esperando que yo tuviera la respuesta. La verdad es que nunca he sabido, ni sabré, con certeza cuánto falta. Jugamos a intentar saberlo, como quien hace apuestas o juega a la lotería. La experiencia me ha enseñado a estimar un poco mejor, pero sobre todo a no tener ideas preconcebidas, a reconocer que la variabilidad de un parto a otro nunca dejará de sorprenderme.
Cada contracción es un paso adelante en el camino, sabemos a donde nos va a llevar pero no sabemos cuanto vamos a tardar en recorrerlo.
El concepto de un parto largo o corto es completamente subjetivo, basado en lo que nos han dicho que es normal. El problema es que, como menciono más abajo, tampoco tenemos claros los límites de la normalidad. Estoy convencida de que los partos largos son más frecuentes de lo que creemos porque hace tiempo que los profesionales han puesto límite a cuanto puede durar.
Creer que falta poco nos ayuda a dar el máximo de nosotros mismos para llegar a la meta, mientras que creer que falta mucho va a inundarnos de la sensación de que no merece la pena seguir esforzándose.
Para ayudarme a hacerme una idea de en que fase del parto está la mujer yo observo el modo en que actúa, gime, interacciona... Me gusta mucho como describe estas fases el artículo Las etapas holísticas del nacimiento de Whapio Diane Bartlett. Pero soy consciente de que muchas mujeres se saltarán alguna fase, de que no existe una línea que divide una fase de otra sino que se suceden como la corriente de un río, con saltos abruptos y remansos donde el agua reposa sin prisas. También éste artículo de Rachel Reed habla muy en detalle de todos esos cambios hormonales y de actitud en la mujer de parto.
Con el paso de los años he aprendido a responder más vagamente a esta pregunta, a susurrar palabras de aliento, a la ambigüedad del "falta poco" o "tu bebé nacerá, es sólo cuestión de tiempo", a irradiar paciencia, a transmitir que cuando todo está bien, no hay prisa.
El fluir del tiempo
La percepción del tiempo suele alterarse para todos los presentes en un parto, estirándose y encogiéndose sin lógica.
Cuando las mujeres evocamos la memoria de nuestro parto nos damos cuenta de que a menudo las horas parecieron minutos, de que no ubicamos lo sucedido en orden cronológico y a menudo la noche o el alba nos pillará por sorpresa.
Una vez pasado nos damos cuenta de que el embarazo ha pasado rapidísimo y el parto se recuerda como unas horas, un instante en medio de las décadas de nuestra vida. Unas horas que cambian nuestro rumbo, que alteran nuestra historia, que marcan el comienzo de la nueva vida que empieza con nuestro bebé en los brazos.
Descansar, lo más importante
Cuándo se espera sin límite de tiempo a que el bebé nazca, descansar se convierte en un tema central. Es importante que la mujer y su pareja descansen y es importante que nosotras descansemos. Ésta sección de nuestra web habla más a fondo de la importancia de que nosotras descansemos.
La energía en los partos sube y baja, la fe se pierde y se reencuentra, se reinventa, porque en medio del parto a menudo no hay otra opción que seguir adelante, no hay atajos, no hay trucos, prima la aceptación y la paciencia.
¿Cómo mantener y recobrar la fe y la energía?
A veces queremos soluciones mágicas para resolver situaciones en las que ya hemos llegado al agotamiento, pero lo realmente importante es ser conscientes de la posibilidad de que el parto se alargue y no perder oportunidades de comer y descansar en cualquier parto.
Estas son algunas ideas para favorecer buenos niveles de energía:
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Recordar que cada contracción es un paso hacia delante. No sabemos cuanto va a durar el camino, sólo que a cada paso se hace más corto
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Escoger posiciones cómodas, aunque eso frene las contracciones, ya vendrán fuertes en cualquier posición cuando el parto esté más avanzado
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Que prime descansar en vez de acelerar el parto. Si hay poca dinámica, bienvenida sea, es momento para descansar. "Ley cardinal: si el parto frena o se para ¡no lo estimules! Que las contracciones disminuyan indica que el útero está fatigado, anima a la madre a comer, beber y descansar" Elizabeth Davies, Heart and hands, página 144
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Recordar que lo esencial es comer y descansar siempre que se pueda
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Tener "bombas" de energía para alimentarse con poco esfuerzo (frutos secos, barritas de muesli, licuados y batidos de fruta y verdura, dulces crudiveganos como esta mousse de aguacate o estos bombones de coco, dátiles y nueces)
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En momentos de poca dinámica, dejar intimidad, mejor aún no estar ni siquiera en su casa antes de que entre en fase activa (4-6 cm)
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Recordarles que cuando los partos tardan en entrar en fase activa, suelen ir muy rápidos después. Y si se ha frenado en transición/expulsivo, que ya está casi todo hecho
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Cuando la mujer encuentra una dificultad a nivel emocional: flores de Bach y/o visualización (aunque no está especificamente hecha para el parto, ésta visualización puede servir para quien no tenga práctica en improvisarlas)
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Si se ha llegado al agotamiento, Elizabeth Davies propone la siguiente bebida (página 116): 1 litro de agua + 80 ml de miel + 80 ml de zumo de limón + 1/2 cucharadita de sal + 1/4 cucharadita de bicarbonato + 2 pastillas machacadas de calcio. Nunca he llegado a usar esta mezcla, así que no se deciros que tal funciona, yo la tengo en el fondo de mi mente, pero prefiero ser pesada y mantener la energía con comida en poca cantidad, pero constante
El parto perfecto
Yo sinceramente creo que los partos son perfectos como son, perfectos en su duración e incluso en cómo se desvían de la normalidad. Creo que son perfectos pase lo que pase.
El error de esta sociedad es asumir que el parto perfecto tiene que ser de una manera concreta, cumplir unos cánones de belleza y facilidad, cuando cada una vivimos el parto que necesitamos para afrontar de un modo concreto nuestra crianza.
Valle, Septiembre 2016