
¿Cómo influye el ambiente?
Escoger el lugar y las personas que te trasmiten tranquilidad son las elecciones más decisivas en cómo vivirás tu parto y cómo éste termine.
Parir en un hospital u otro, en un casa de nacimientos o en tu propio hogar cambia el escenario en el que todo ocurre, marca la tranquilidad que te genera y cómo tu cuerpo se relaja en ese ambiente. Pero sobre todo marca quien es el anfitrión y quien el invitado.
El ambiente de cada parto en casa lo crea cada pareja. Es su entorno, su decoración, sus recuerdos, sus sábanas, su ducha, su comida... es el olor de su hogar, es su intimidad. Allí cualquier persona es su huésped, allí nadie puede entrar sin su permiso.
Las casas de nacimientos son clínicas u hospitales con decoración de hotel, donde el ambiente te da la bienvenida a un lugar desconocido. Allí no puedes cambiar los muebles de sitio, ni llenar antes del parto el espacio de cosas con las que te identificas. Es un lugar de paso, un hotel para parir, una habitación que no pertenece a nadie. Puedes llevar tu ropa, tu música, incienso, tu comida preferida... pero seguramente sientas que tienes que pedir permiso.
El ambiente yermo de muchos hospitales irá poco a poco transformándose en un ambiente más cálido. Los protocolos empapados por décadas de evidencia de que menos es más, dejarán de intervenir por sistema, los profesionales que día tras día habitan ese ambiente reconocerán que están al servicio de sus usuarios... y el día en que todo eso ocurra, el ambiente influirá un poco menos.
La vida es una sorpresa constante, pero cuando decidimos dónde queremos parir al margen de donde nos empuja la sociedad a hacerlo, entonces es la elección correcta, sea donde sea. La decisión es nuestra, la experiencia es nuestra, nuestra vida es nuestra.
El ambiente es importantísimo, pero es que además dentro de cada ambiente hay diferentes personas, y ellas influencian aún más que el escenario que ocupan.
En la sección ¿Cómo influye quién está presente? hablo un poco más sobre esta otra cara de la moneda.
Misma persona, distinto ambiente
Las cosas que más frecuentemente aparecen en un plan de parto para el hospital pueden suponer una lucha "en contra" de los protocolos hospitalarios. Y sin embargo, puede ser lo normal y que todo el mundo asume que se hará en un parto en casa.
Una matrona que atiende en casa en España no está atada a ningún protocolo por un contrato y aunque llevará consigo sus miedos y sus creencias de lo correcto y lo incorrecto, trabaja para la pareja que la ha contratado.
Una matrona en el hospital está limitada por protocolos, por sus compañeros de trabajo que a veces sin picar entran en el parto que ella acompaña. Sabe que aunque esa es la última oportunidad de ayudar a esa pareja a vivir el parto que desean, ella seguirá trabajando en ese lugar mucho tiempo y que saltarse "las normas" puede poner en peligro su trabajo o la respetuosa relación con sus compañeros.
Hay personas maravillosas trabajando dentro de hospitales que con múltiples pequeños detalles cambian la atención al parto dentro del sistema de salud, y hay matronas que intervienen enormemente en los partos en casa que atienden, atienden partos hospitalarios a domicilio. Porque el ambiente influye, pero lo que más influye es la persona. Y como personas, cada uno somos únicos.
Para terminar, comparto un texto que compara el parto con la sensualidad y sexualidad en pareja, que llegó a mis manos en una de las primeras clases de mi formación de matrona en Londres, en el 2010. Por desgracia no recuerdo la fuente, si vuelve a cruzar mi camino la enlazaré aquí.
Valle, Octubre 2016
La primera visita
- "Doctor: ¿Qué puedo hacer por ti, Señora Smith?
- Sra. Smith: Pues verá Doctor, mi marido y yo ya hemos estado casados por un tiempo, y estamos pensando en tener sexo.
- Doctor: Bien, arreglaré los papeles para que vayáis al hospital.
- Sra. Smith: Bueno, en realidad preferiríamos hacerlo en casa...
- Doctor: ¿Sexo en casa? ¿y ésta es la primera vez?
- Sra. Smith: Sí...
- Doctor: Bueno, se que todo puede ir bien... pero la primera vez en particular puede haber problemas inesperados. Estaréis mejor en el hospital donde hay expertos que pueden estar atentos.
- Sra. Smith: Todo eso suena poco atractivo. ¿Seguro qué el sexo es una cosa natural?
- Doctor: Si, pero hay cosas que pueden salir mal, y vosotros no querréis correr ningún riesgo. En el hospital hay todo el equipamiento de emergencia a mano en caso de que se necesite.
- Sra. Smith: Todo esto suena tan clínico, y las camas del hospital son tan estrechas, no como nuestra cómoda cama en casa. No tendremos mucho espacio en el que movernos.
- Doctor: Bueno, no hace falta que uséis la cama al principio, pero al final, aunque la gente tenga esas exóticas ideas sobre diferentes posiciones, la mayoría de ellos acaban escogiendo la posición convencional en la cama. Da al personal médico la mejor perspectiva posible de lo que está pasando.
- Sra. Smith: Suena tan diferente de como lo habíamos esperado. Preferiríamos imaginarlo en casa, con música suave de fondo, velas, cena y una botella de vino. Ya sabe, para relajarnos mejor.
- Doctor: Podéis disfrutar de todo eso en casa al principio si queréis, que la comida sea ligera y no os paséis con el vino (demasiado alcohol puede causar problemas). No hace falta que vengáis al hospital hasta que la cosa esté en marcha, después de todo, es sólo un pequeño tramo en coche para vosotros. En el hospital, por supuesto, no estará permitido que comáis o bebáis, pero no estaréis interesados en ello llegados a este punto del proceso.
- Sra. Smith: ¿El hecho de trasladarnos al hospital no alterará el fluir de las cosas?
- Doctor: Tal vez, pero todo volverá al punto en el que estaba en cuanto os tranquilicéis un poco. El personal es muy bueno ayudando a la gente a tranquilizarse.
- Sra. Smith: ¿No será más bien inhibidor el tener toda esa gente alrededor?
- Doctor: Oh, no les estaréis enseñando nada nuevo. Para ellos no será embarazoso.
- Sra. Smith: ¡Pero para mi sí!
- Doctor: No, no realmente. En cuanto recuperéis ese punto estaréis totalmente concentrados en lo que estáis haciendo.
- Sra. Smith: Oh, no se. Había imaginado algo familiar y privado para la primera vez. Hemos redecorado la habitación especialmente para esto, compramos unas preciosas sábanas nuevas...
- Doctor: No querréis ensuciarlas todas ¿verdad? Puede ser un asunto complicado. ¿Por qué no habla todo esto con su marido y volvéis juntos la próxima semana?
- Sra. Smith: Vale, creo que es una buena idea. Adiós Doctor."