top of page
Dar a Luz en Casa Embarazo Valle de Mate

Alimentación sana

Esta sección habla brevemente de la importancia de la alimentación en nuestra salud y de como podemos hacer cambios para mejorarla, poco a poco pero de forma continua. Da ideas de cosas que nos han ayudado a nosotras a comer mejor y sentirnos mejor, de formas de alimentación en las que profundizar, de detoxificar y de la dieta Brewer para el embarazo. 

El impacto de la alimentación en nosotres* no es sólo a nivel físico sino también emocional y espiritual. La comida es la energía con la que nos alimentamos, lo que ponemos en nuestra boca entra a formar parte de nuestro cuerpo, y tanto como nosotres lo tranformamos, el alimento nos transforma a nosotres.

Cuando nos alimentamos sin cuidado y atención desoímos tanto las necesidades de nuestro cuerpo que éste decide no quejarse. Poco a poco, cuando volvemos a cuidar nuestra alimentación, este vuelve a hablar cada vez con más claridad. Nos recuerda con paciencia las cosas que nos nutren de verdad dándonos más energía y claridad, y con malas digestiones o agotamiento nos indica cuándo nos hemos excedido con el alimento equivocado. No hace falta ser rígido, disciplinado... para cambiar de alimentación. No hace falta ni siquiera esforzarse, es suficiente con traer consciencia y atención a lo que estamos poniendo en nuestra boca, entender que hay pocas decisiones que pueden mejorar tanto nuestra calidad de vida como llenarnos de salud a cada bocado. El ser flexibles, flexitarianos lo llamó una pareja a la que acompañamos, es una herramienta útil, porque el seguir reglas férreas normalmente nos hace sentir mal. 

Cuando te planteas un cambio de alimentación no hace falta que pienses que este cambio es para toda la vida. No hace falta que dejes de comer todo lo que no es sano desde ahora y para siempre. Simplemente juega a comer de otro modo, a salirte de lo conocido, a experimentar con la mente abierta, a observar cómo tu cuerpo se siente con distintas comidas. Simplemente durante una temporada prueba a vivir de otra forma, y observa si te gusta a donde ese camino te lleva. No es un camino de negación, dieta y abstinencia, sino de exploración en un terreno desconocido y lleno de potencial.

 

¿Cómo te alimentas? ¿Cómo te gustaría alimentarte?

 

Dedica unos minutos a escribir sobre como te alimentas ¿Cuáles son tus puntos fuertes? ¿Y tus puntos débiles? Responde ampliamente a ambas preguntas y tendrás una guía de por dónde caminas y hacia dónde quieres ir. Reconoce lo que ya haces bien y busca nuevas formas de satisfacer tus debilidades que sean más gentiles con tu cuerpo y tu salud.

 

Está bien durante una o varias semanas escribir en una tabla todo lo que comemos, para que mirando desde esa perspectiva más amplia reconozcamos qué cosas hacemos genial y qué cosas estaría bien cambiar. 

 

Ideas para iniciar cambios

 

  • Para cambiar la forma de comer el camino más fácil es cambiar la manera de hacer la compra. Durante una temporada, compra sólo cosas sanas y ya tendrás medio camino hecho

  • Habla sobre alimentación con personas que ya se alimentan de un modo sano, su experiencia te dará fuerza, ideas, y sensación de pertenencia

  • Ve documentales que inspiren tus ganas de experimentar un cambio. Puedes ver varios documentales interesantes sobre este tema en nuestra lista de reproducción Alimentación y salud de nuestro canal de YouTube

  • Añade recetas nuevas a tu inventario, una a la semana para quien le gusten las cosas de golpe, una al mes si no tienes prisa

  • Si no estás embarazada y/o lactando a un bebé, puedes hacer ayuno regular (un día a la semana por ejemplo, ayuno a agua, o a zumo natural) o ayuno intermitente (saltarse la cena o el desayuno para darle al cuerpo más horas de reparación). Este último hace poco que se ha puesto "de moda" y además cada vez hay más evidencia que respalda sus beneficios

Múltiples caminos

 

Hay tantas doctrinas en alimentación como personas que las defienden, y a veces cuando uno se sumerge en ese océano de opiniones a veces contradictorias se siente perdido. Cada cuerpo es único, y por eso para algunos cuerpos una alimentación será mejor que otra. Es más, en distintas etapas o momentos vitales vamos a necesitar alimentos diferentes. Podemos seguir doctrinas o dejarnos guiar por personas fuera de nuestro cuerpo, pero la respuesta siempre la hemos tenido dentro, al alcance de la mano. Simplemente nos falta el hábito de escuchar, de escucharnos. Si somos 100% sinceres con nosotres mismes, sabemos lo que es sano y lo que no, lo que nos sienta bien y lo que no, lo que nos sube el ánimo y lo que no, lo que nos nutre y lo que simplemente nos llena. 

 

No tenemos que escuchar charlas buscando una fe a la que adherirnos, sino escucharlas observando cómo reacciona nuestro cuerpo y nuestro instinto ante lo que exponen. Ver qué teorías nos resultan más afines, que experiencias de otras personas nos tocan... y experimentar en nuestro cuerpo cuando la ilusión aún está fresca.

 

Si no sabes por dónde empezar a buscar, prueba con las charlas que hemos enlazado más arriba, o busca sobre alimentación crudivegana, cetogénica y macrobiótica. Aunque los mensajes entre una y otra son contradictorios hay puntos en común que son muy interesantes. Cómo dije arriba todos estos acercamientos sirven para dar ideas, que podemos incorporar a nuestra forma habitual de alimentarnos. La clave está en que los alimentos sean, no de marca, sino de calidad.

Detoxificación

 

Si además de comer mejor, añadir menos tóxicos al organismo, también hacemos cosas que nos ayuden a limpiar lo que tenemos acumulado, el beneficio es el doble. Vivimos en un ambiente mucho más contaminado, por sustancias cada vez más complejas, que nuestros predecesores, y además hemos olvidado las técnicas que siempre se usaron para limpiar el cuerpo. Por ejemplo: el ayuno, tomar aceite en ayunas, comer alimentos desparasitantes como las semillas de calabaza, el ajo o la zanahoria cruda, hacerse enemas de café o manzanilla, tomar infusiones de ortiga, cola de caballo y diente de león... 

 

Como hace unos meses nos inspiró mucho en este aspecto la charla de Néstor Palmetti, le escribimos para saber cuáles eran sus recomendaciones para que las mujeres embarazadas o lactantes limpiaran su cuerpo de tóxicos. Si tienes curiosidad puedes leer su respuesta. Y si te animas a hacer alguna desintoxicación puedes ayudarte con este esquema que Raquel editó para ella misma.

 

Dieta Brewer en el embarazo

 

Esta dieta es una propuesta de un médico con el mismo nombre que se dio cuenta de que la alimentación era un factor clave en la prevención de diversas patologías en el embarazo, entre las que cita ni más ni menos que: hipertensión y pre-eclampsia, diabetes gestacional, parto prematuro... etc. 

 

Él explica en su página web que el volumen sanguíneo aumenta un montón en el embarazo (¡50% más de sangre en torno a la semana 30 de embarazo!) que permite el buen funcionamiento de todo el crecimiento y mantenimiento de la nueva vida. Cuando, por una alimentación insuficiente, no consigue aumentar tanto como necesita el volumen sanguíneo el cuerpo se va forzando hasta que da "fallos del sistema".

 

En algún momento escribiré una sección entera explicando su teoría más a fondo, pero por ahora os animo a leer lo que él ha escrito si queréis entender mejor cómo funciona. Eso sí, hemos traducido sus recomendaciones para que quien quiera pueda ponerlas ya en práctica.

 

Conclusiones

 

Seguir mejorando nuestra alimentación no sólo nos supone beneficios en la salud a nosotres mismes, sino también a los nuevos seres que habitan nuestro cuerpo y las personas que nos rodean, nuestra pequeña familia que aprende que lo normal es comer sano. 

 

 

Valle, Abril 2019

*Lenguaje inclusivo

bottom of page